Amenaza de Corea del Norte

Corea del Norte anunció ayer que se está planteando cancelar la histórica cumbre entre el presidente estadounidense, Donald Trump, y el líder norcoreano, Kim Jong-un, que se debía celebrar el próximo 12 de junio, debido a las exigencias de EEUU para que Pyongyang abandone su programa nuclear de golpe. “Si Estados Unidos está tratando de arrinconarnos para forzar nuestro abandono nuclear de forma unilateral, ya no estamos interesados en el diálogo”, indicaba el comunicado firmado por el vicecanciller norcoreano Kim Kye-gwan y publicada por la agencia estatal de notícias KCNA. En el texto se indica que las propuestas de desarme planteadas por Washington “no suponen un intento de solventar el problema a través del diálogo”. Además, acusó al Gobierno estadounidense de intentar imponer el “estilo libio”, en referencia al acuerdo firmado por Trípoli y EEUU en 2003, tras el alzamiento de los opositores y los bombardeos aliados de 2011, en el que se pactó la cancelación del programa de armas de destrucción masiva a cambio de incentivos económicos.

Esta noticia llegó horas después de que Corea del Norte anunciara la suspensión de una reunión de alto nivel con Seúl, que tendría que haberse celebrado ayer. Pyongyang argumentó esta decisión por de las maniobras aéreas que el Ejecutivo surcoreano está celebrando junto a los estadounidenses y que durarán hasta el 25 de mayo, acción que Corea del Norte ve como un ensayo para invadir su territorio. Tras esta noticia, los cancilleres de Seúl y Washington, Kang Kyung-wha y Mike Pompeo, acordaron por vía telefónica se seguiría para mantener la cumbre. En este sentido, Pompeo insistió en que EEUU seguirá adelante con los preparativos para la cumbre, que sería la primera que se celebra entre un líder norcoreano y un presidente de Estados Unidos desde la Guerra de Corea (1950-1953). En la misma línea se expresó Kang, que insistió en que el Gobierno de Seúl está decidido a implementar la declaración que Kim y el presidente surcoreano, Moon Jae-in, firmaron el pasado 27 de abril comprometiéndose a lograr la paz y la “total desnuclearización”.