Guerra de símbolos en las playas a favor y en contra del procés

Las playas de Barcelona se convirtieron ayer en el escenario de una guerra de símbolos que se viene desarrollando en la ciudad y en toda Catalunya entre los partidarios de la independencia y sus detractores.

Así, en la playa de Mataró, el Comitè de Defensa de la República (CDR) de la localidad desplegó a primera hora de la mañana toallas, bufandas y otras telas amarillas sobre la arena, formando cruces con ellas. Inicialmente estaba previsto que clavaran cruces de madera, como ya había sucedido en días previos en otras playas. La acción suscitó un momento de tensión cuando un hombre intentó quitar las cruces de tela y se encaró a la gente que las estaba instalado.

En ambos actos reivindicativos se produjeron momentos de tensión

Paralelamente, unas mil personas se manifestaron en Barcelona contra el “separatismo” y el “supremacismo” convocadas por la asociación Somatemps y la Coordinadora por Tabarnia, entre otras.

En el acto, que finalizó en la plaza Sant Jaume, los manifestantes protestaron contra el lazo amarillo que luce en la fachada del ayuntamiento, que fue retirado, y donde hubo momentos de tensión al tirar una valla de protección. Los manifestantes, precedidos por una pancarta con el lema “El nacionalismo es supremacismo”, portaban banderas españolas, catalanas y de Tabarnia y gritaban consignas como: “Torra racista, el primero de la lista” o “Puigdemont a prisión”. Asimismo, en la playa de la Barceloneta un grupo de personas colocó toallas con la bandera española.

Por otra parte, el líder de ERC, Oriol Junqueras, asegura desde la cárcel de Estremera, donde lleva más de 200 días, que “nadie es imprescindible” y que “ahora hay que gobernar”.

En una entrevista en La Vanguardia, Junqueras señala que no ha optado a la restitución al cargo como sí han hecho otros exconsellers de JxCat y el diputado de ERC Toni Comín “porque aquí nadie es imprescindible; y lo importante es el qué y no el quién”.