ACCIDENTE AÉREO
Turquía enterró la pierna de una víctima del Yak-42
En julio de 2003, dos meses después del siniestro, al no identificarla || Abren una investigación para saber a quién pertenece
El Gobierno turco ha comunicado a España que una extremidad inferior de una de las víctimas del accidente del Yak-42, en el que murieron 62 militares españoles, 12 tripulantes ucranianos y otro bielorruso en mayo de 2003, está enterrada en el cementerio de la ciudad de Macka desde julio de aquel año, ya que entonces no se la pudo identificar. Así lo anunció ayer el ministerio de Defensa, que ha instado a la Audiencia Nacional a que abra una investigación para verificar la existencia de este resto y tratar de determinar a qué fallecido corresponde. Igualmente, el departamento encabezado por María Dolores de Cospedal explicó que no tenía constancia documental de este hecho y que la revelación surgió a partir de la pregunta de uno de los familiares de los fallecidos, que instó a las autoridades españolas a preguntar a sus homólogas turcas si se repatriaron todos los restos mortales recuperados en el lugar del accidente.
Por otro lado, familiares de una decena de los militares que perdieron la vida al estrellarse el Yak-42 exigieron ayer la creación “urgente” de una comisión de investigación en el Congreso de los Diputados para esclarecer por qué nadie sabía que Turquía dio sepultura a la pierna de uno de los fallecidos. “Esto es el culmen a la película de terror que vivimos desde ese maldito 26 de mayo de hace quince años, cuando nos enteramos, por la prensa, del fallecimiento de nuestros seres queridos”, explicaron en un comunicado.
El accidente del Yak-42 es la mayor catástrofe aérea del ejército español en tiempo de paz
El accidente del Yak-42 es la mayor catástrofe aérea de las fuerzas armadas españolas en tiempo de paz. El ministerio de Defensa, dirigido entonces por el popular Federico Trillo, se encargó de la repatriación e identificación de los 62 cuerpos. Sin embargo, una treintena fueron identificados de manera errónea, con lo que tuvieron que ser exhumados y nuevamente sepultados. Por estas falsas identificaciones, en 2009, fueron condenados algunos mandos militares. No obstante, el Gobierno de Mariano Rajoy los indultó en 2012, tras volver al poder.