Batet aboga por reformar la Constitución y Torra se aferra al “mandato popular” del 1-O

La ministra de Política Territorial y Función Pública, Meritxell Batet, consideró ayer que es necesario impulsar una reforma constitucional “urgente, viable y deseable” para “superar la crisis institucional” y sobretodo “territorial”. La respuesta del president de la Generalitat, Quim Torra, llegó poco después celebrando las “propuestas concretas”, aunque le recordó que las negociaciones con Catalunya deben partir del “mandato popular” del 1 de octubre y de la declaración de independencia del 27 del mismo mes.

En este contexto, Batet incidió en “la necesidad de renovar el pacto territorial de España” que, según opinó, está “en crisis”, señalando que el diálogo con Catalunya “se ha convertido en un objetivo de primer orden”. La ministra se mostró abierta a estudiar las leyes aprobadas por el Parlament que han sido suspendidas por el Tribunal Constitucional o retomar las 45 propuestas presentadas al Gobierno central por parte de Carles Puigdemont, dejando fuera la 46, relativa a negociar un proceso de autodeterminación. También aseguró que “vería con buenos ojos” el acercamiento de los líderes independentistas encarcelados, aunque matizó que esta es una decisión judicial y no del Gobierno. Respecto a un hipotético indulto, Batet no quiso hacer una valoración al no haberse celebrado aún un juicio. En la misma línea se expresó el primer secretario general del PSC, Miquel Iceta, asegurando que su partido tiene “la mano tendida” al diálogo para facilitar el entendimiento entre el Govern y el Estado.

Torra respondió a la propuesta de Batet diciendo que todas las iniciativas políticas “son bienvenidas” aunque recordó que la Generalitat parte del resultado del referéndum del 1-O. El president también lamentó que hasta ahora no se haya fijado una reunión entre ambos ejecutivos que, según opinó, servirá para debatir sobre contenidos “que importan al país”. La consellera de Presidencia, Elsa Artadi, aseguró que el Govern está abierto a escuchar las propuestas del Ejecutivo central, aunque remarcó que no renunciarán al derecho a decidir.