Una leridana, testigo clave para condenar a un yihadista

El marroquí Abdeljalil Ait El Kaid pactó ayer una condena de ocho años de prisión impuesta por la Audiencia Nacional, tras ser detenido en junio de 2015 en Polonia cuando volvía a España con la intención de cometer un atentado en la Sagrada Famíilia de Barcelona. Para su condena fue clave la declaración, como testigo protegida, de una joven musulmana residente en Lleida a la que el ahora condenado intentó convencer para que colaborara en el atentado.

El hombre usaba las redes sociales para contactar con mujeres para reclutar. Durante el juicio, reconoció que a través de Facebook contactó desde Raqqa (Siria) con una joven musulmana residente en Lleida y que le ofreció casarse con ella. El objetivo del acusado era, según el fiscal, que la mujer le ayudara a preparar un atentado. El acusado le planteó viajar a Siria para casarse con ella, o bien “volver a su país de residencia”, como habían hecho otros combatientes, y “estar a la espera de recibir órdenes”, tal como consta en una conversación entre ellos en febrero de 2015. Durante casi un mes, El Kaid, que había llegado a Siria en 2014 para recibir entrenamiento militar, intentó comprobar que la persona con la cual hablaba no era un policía y, una vez disipada esta sospecha, continuó con su labor de adoctrinamiento “desarrollando un alto nivel de confianza con la testigo”. Eso le llevó a enviarle mensajes como “tenemos que matar a los infieles allí en Europa como ellos están matando musulmanes aquí”. “Cuando la testigo mostró sus dudas y miedos de un ataque en España, el procesado le confirmó la existencia de armas y mujeres para llevar a cabo acciones y sólo faltaría que acudieran los hombres”, relata el fiscal, quien añade que el condenado pidió a la testigo que organizara la logística con una tercera persona para cometer un atentado.

El Casino de Barcelona o la plaza Catalunya, otros objetivos

Los Mossos d’Esquadra, según figura en el escrito del fiscal del caso, recibieron en mayo de 2015 información de posibles acciones terroristas que el Daesh estaba planeando en Barcelona, donde Ait El kaid había decidido ir para hacer la yihad. Entre los objetivos se encontraban, además del Templo Expiatorio de la Sagrada Familia, el Casino de Barcelona o un atentado contra el transporte público de Plaza de Catalunya. “El atentado se compondría de diversos ataques, unos con explosivos (supuestamente en la Sagrada Família) y otros mediante el uso de suicidas”, señala el fiscal.