POLÍTICA INTERNACIONAL
EEUU y Pyongyang inician una nueva etapa diplomática tras casi 70 años de tensiones
En una cumbre cuidada hasta el mínimo detalle para proyectar una imagen de paridad || El encuentro finaliza con la firma de un acuerdo comprometiéndose a desnuclearizar la península asiática
El presidente de EEUU, Donald Trump, y el líder norcoreano, Kim Jong-un, protagonizaron ayer en el Hotel Capella de Singapur una histórica cumbre que significa un punto y aparte en las relaciones entre ambos países, tras casi 70 años de tensiones surgidas a raíz de la guerra de Corea (1950-1953). Los dos mandatarios se reunieron durante más de 4 horas, encuentro que culminó con la firma de un acuerdo para desnuclearizar la península asiática.
La cita se inició a las 9.00 horas con un icónico apretón de manos entre ambos dirigentes, seguido por una reunión de 45 minutos entre Trump y Kim, acompañados solo por sus traductores, que el propio mandatario estadounidense no dudó en calificar de “fantástica”. La jornada continuó con una negociación formal junto a sus equipos de una hora y media de duración, y un almuerzo donde se combinó la cocina estadounidense con la asiática. Desde el número de banderas, seis de cada país intercaladas, hasta la cifra de periodistas que entraron en las reuniones, siete de cada nación, fueron detalles minuciosamente planificados para proyectar una imagen de paridad entre ambos países. “Querían asegurarse de que tanto en lo ceremonial como en la seguridad, dábamos al mundo una imagen que les presentaba como iguales”, aseguró un funcionario estadounidense implicado en la preparación del encuentro. Pese a ello, Trump buscó cierto protagonismo cuando condujo a Kim hasta “la bestia”, como se conoce a la limusina blindada del presidente estadounidense, para que pudiera verla con todo detalle. Los norcoreanos también se saltaron el protocolo cuando la hermana de Kim, Kim Yo-Jong, apartó el bolígrafo que les había proporcionado EEUU para la firma del acuerdo final, evidenciando la determinación de Pyongyang de salir del encuentro en pie de igualdad.
Un pacto de cuatro puntos que no asume compromisos concretos El acuerdo firmado por el presidente de EEUU, Donald Trump, y el líder norcoreano, Kim Jong-un, se compone de cuatro puntos que, más allá de la intencionalidad, no concreta en compromisos ni fechas. El pacto establece que ambos países se comprometen a establecer nuevos lazos para garantizar la paz y la prosperidad, a construir un régimen de paz duradero en la península de Corea, a comprometerse a trabajar para la desnuclearización completa de Corea del Norte, y a la recuperación de los prisioneros de guerra y desaparecidos en combate. Más allá de mantener las sanciones hasta que se destruya el arsenal norcoreano y del compromiso de EEUU de finalizar las maniobras militares en la región, no se establecieron ni medidas concretas, ni un calendario ni una hoja de ruta a seguir a partir de ahora.