Sánchez insta a “pasar página” del 1-O pero Artadi pide no olvidar la “violencia” policial

El presidente del Gobierno central, Pedro Sánchez, instó ayer al independentismo a “pasar página” del referéndum del 1-O para poder iniciar la construcción de una nueva relación entre las instituciones del Estado y de Catalunya. “Desde luego, lo que representó el 1-O es una página que hay que pasar”, subrayó. Además, tras reunirse en Berlín con la canciller alemana Angela Merkel, el jefe del Ejecutivo insistió en su voluntad de “dialogar” con la Generalitat y “normalizar” la situación.

Las palabras de Sánchez suscitaron la reacción inmediata del Govern que, por boca de su portavoz, Elsa Artadi, manifestó que espera que el presidente del Gobierno no pretenda que “la gente que fue a votar olvide que votó, y que las personas que vieron lo que ocurrió, olviden lo que sucedió”. “Espero que no quiera que los catalanes se olviden de la violencia ejercida”, añadió Artadi. Asimismo, la portavoz del Executiu desmintió al líder de Podemos, Pablo Iglesias, que, después de su reunión del lunes con el president Torra, afirmó que “la vía unilateral no está en la agenda” del Govern. Artadi alertó de que “apostamos por el diálogo y la negociación, pero sin descartar ninguna otra vía”. Por su parte, el número 1 de la formación morada visitó ayer en Soto del Real al presidente de Òmnium, Jordi Cuixart, en prisión provisional desde el 16 de octubre. Iglesias, que también tuvo un encuentro el lunes con el vicepresidente Pere Aragonès, insistió en que los políticos “no deberían estar en la cárcel”.

Los responsables de la CCMA, El Punt-Avui o Unipost dicen no haber cobrado por el 1-O

En otro orden de cosas, el Congreso rechazó ayer, con los votos en contra de PP, PSOE y Ciudadanos, una moción de ERC en la que se pedía que Sánchez y Torra pudieran “hablar de todo” en su reunión del 9 de julio, por no aceptar el marco constitucional. El portavoz republicano en la Cámara baja, Joan Tardà, calificó el no a su iniciativa de “lamentable”.

MADRID

El conseller cesado de Interior, Joaquim Forn, declaró ayer ante el magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena que en la carta de apoyo a los CDR que firmó junto al vicepresidente destituido Oriol Junqueras y que fue leída el pasado 2 de mayo en un acto en la Plaza Sant Jaume de Barcelona quería “agradecer el apoyo moral de la gente”. Forn esgrimió que este hecho no puede ser tenido en cuenta por el magistrado para mantener su prisión provisional e insistió en pedir su libertad provisional. El fiscal, si bien reconoció haber malinterpretado las palabras del conseller del Govern de Carles Puigdemont en la misiva, se opuso a su excarcelación por la proximidad del juicio, que está previsto que se celebre en otoño. Ante Llarena, también declararon ayer como testigos Núria Llorach, presidenta en funciones de la CCMA, Xevi Xirgu, director de El Punt-Avui, y responsables de Unipost y de empresas de publicidad. Todos negaron haber cobrado de la Generalitat por el 1-O. En este sentido, el abogado de Junqueras y del conseller cesado Raül Romeva, Andreu van den Eynde, denunció ayer ante el Supremo que las “irregularidades” en la investigación ya que Llarena está llamando a declarar a los primeros testigos en la fase final de la instrucción. En otro orden de cosas, el tribunal de Schleswig-Holstein, que tiene que resolver la entrega de Puigdemont, ha decidido prorrogar de nuevo la decisión de si ejecuta la euroorden cursada por Llarena, según avanzó ayer El Independiente. Así, emitirá su resolución fuera del plazo extraordinario de 90 días previsto para su resolución. Respecto al líder de JxCat, la canciller Angela Merkel dijo no estar incómoda por su estancia en Alemania. Por otro lado, según fuentes jurídicas, el juez decano de Madrid, Antonio Viejo, que se negó a tramitar la citación de Llarena en los tribunales belgas, será el nuevo secretario general de Justicia en el ministerio de Dolores Delgado.