PANORAMA
Junqueras dice que ERC hizo 'todo el trabajo' en el 1-O y el PDeCAT critica que lo 'secuestre'
El vicepresident cesado avisa que los “discursos excluyentes” son una vía rápida hacia el “autonomismo” || Cuixart subraya que su traslado a Catalunya “no es una victoria, es cumplir con la ley”
El líder de ERC, Oriol Junqueras, aseguró ayer, en una carta leída durante la conferencia nacional celebrada por la formación en L’Hospitalet de Llobregat, que los republicanos “tuvieron que cargar con todo el trabajo y la responsabilidad a sus espaldas en julio del año pasado para salvar el 1 de octubre”. A este respecto, subrayó que “ningún partido ha dado tanto para llegar hasta aquí” y que son los que “están pagando un precio más alto”. Asimismo, Junqueras advirtió de que los “discursos excluyentes” son “el camíno más rápido” para volver al “autonomismo”. Por ello, abogó por dejar de lado el “frentismo que nos hace más pequeños y que divide al país”.
En esta línea, el diputado de ERC en el Congreso Gabriel Rufián apostó por, “sin renunciar a nada”, ampliar la base soberanista con votantes del PSC. “Me niego a regalar al frente nacional naranja al votante socialista que cuando ve a Iceta haciéndose un selfie con Albiol en una manifestación de Societat Civil Catalana se le revuelve el estómago”, indicó. Por su parte, la portavoz del partido, la leridana Marta Vilalta, recordó que “el autonomismo ya está superado” y que la aspiración es lograr “un escenario de negociación con el Estado y de mediación internacional sin pasar página del 1-O”.
Las palabras de los republicanos no cayeron en saco roto y, desde el PDeCAT, su portavoz, Marta Senserrich, afeó a Junqueras que se quiera “secuestrar lo que constituyó un enorme esfuerzo colectivo”. Así, insistió en que “el referéndum fue un mérito de todos y este es el espíritu que hemos de preservar”. Igualmente, la coordinadora Marta Pascal remarcó que “el 1-O es patrimonio de todos”.
En otro orden de cosas, el líder de Òmnium, Jordi Cuixart, hizo pública ayer una carta en la que recordaba que su inminente traslado a una prisión catalana “no es ninguna victoria”. “El acercamiento es cumplir la ley”, destacó. Asimismo, también manifestó que “sería un placer mantener una conversación sincera” con el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, al que invitó a acudir a la cárcel para que le visite.
lleida
Alrededor de un centenar de personas participaron ayer en un evento celebrado en el tramo de la canalización entre el Pont Vell y la Passarel·la del Liceu Escolar y colocaron decenas de cruces amarillas para pedir la liberación de los líderes indepententistas presos y denunciar falta de libertades del pueblo catalán. “Todas estas cruces simbolizan la falta de libertades que hemos sufrido en los últimos meses”, dijo Rosa Burrell, coordinadora de la Assemblea Nacional Catalana en Lleida. El acto fue convocado de forma conjunta por los Comités de Defensa de la República de Lleida, Cantaires de Ponent, el Ateneu Popular, Súmate y la ANC. Transcurrió sin incidentes y con la presencia de una unidad de los Mossos d’Esquadra, que siempre asiste a este tipo de actos después de que a principios de mes agredieran a Burrell al acabar un evento de la ANC. El único contratiempo con el que se encontraron los asistentes fue que no pudieron clavar las cruces en la hierba, ya que está prohibido. Los organizadores se mostraron satisfechos con la acogida que tuvo esta iniciativa y no descartan hacer más eventos de este tipo durante los meses de julio y agosto.
La CUP alerta de que el PSOE quiere otra transición El diputado de la CUP Carles Riera advirtió ayer de que los socialistas y “algunos políticos catalanes” quieren “arrastrar” a los independentistas hacia el autonomismo. En este sentido, insistió en que el PSC puede ser un actor que trate de impulsar una segunda transición en Catalunya. Asimismo, Riera explicó que los socialistas “con una mano dicen que acercan a los presos y con la otra quieren modificará la rebelión para que se aplique a casos en los que no haya violencia”. Así las cosas, defendió que “el problema no es quién gobierne, reside en la cultura nacionalista del régimen del 78”.