Trump y Putin optan por el deshielo y abrir un periodo de confianza

El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo ruso, Vladimir Putin, celebraron ayer un encuentro en el palacio presidencial de Helsinki que fue “un primer paso” para garantizar una “paz duradera” en el mundo tras un “periodo difícil”, tal y como manifestó el inquilino del Kremlin. En este sentido, subrayó que la cumbre con Trump discurrió “en una atmósfera franca y de trabajo” y que las conversaciones que mantuvieron fueron “exitosas y útiles”. Además, insistió en que “la Guerra Fría terminó hace mucho tiempo” y que, desde entonces, “el mundo ha cambiado radicalmente”. Así las cosas, Putin destacó que ha logrado restaurar la “confianza” con Washington a “un nivel aceptable”.

En la misma línea, Trump destacó que su reunión con el presidente ruso fue un “buen comienzo”. A este respecto, ambos mandatarios celebraron un encuentro a solas durante más de 2 horas, acompañados únicamente por sus intérpretes. El líder estadounidense también remarcó que, después de una etapa en la que su relación con Rusia había sido “la peor” de la historia, el diálogo “directo, abierto y profundamente productivo” con Putin ha contribuido a colocar las bases para un “futuro mejor”.

Una de las cuestiones más espinosas de la cumbre fue la de la supuesta injerencia rusa a favor del propio Trump en los comicios presidenciales de los Estados Unidos de 2016. En este sentido, Putin explicó que “Rusia nunca ha interferido y no tiene intención de interferir en los asuntos internos estadounidenses, entre ellos los procesos electorales”. No obstante, reconoció que el ahora inquilino de La Casa Blanca era su candidato preferido en dichas elecciones, en las que se enfrentó a la demócrata Hillary Clinton.

Por su parte, Trump lamentó que este conflicto haya “mantenido separados” a los Estados Unidos y a Rusia, a la vez que dijo no ver “ningún motivo” para que el Kremlin tratase de interferir en las elecciones estadounidenses.

Durante la rueda de prensa posterior a la cumbre, un individuo fue sacado por la fuerza del recinto tras exhibir una pancarta en la que pedía la prohibición de las armas nucleares. También en este marco, Putin obsequió a Trump con un balón del recientemente finalizado Mundial de Fútbol de Rusia.