JUDICIAL VIOLENCIA
Juana Rivas se marchó porque “no quería más torturas”
Juana Rivas, la mujer que escapó de Italia con sus dos hijos y se negó a devolvérselos a su marido haciendo caso omiso de las resoluciones judiciales, declaró ayer en un juzgado de Granada acusada de un presunto delito de desobediencia y dos de sustracción de menores por estos hechos. Rivas, que llegó a la vista “tranquila”, declaró que “no entregué a mis hijos porque estaba escapando del maltrato”.
A este respecto, relató que volvió a Granada porque “no quería vivir más” bajo las “torturas” de su expareja, el transalpino Francesco Arcuri. “Soy madre, cómo los iba a entregar”, respondió a la fiscal durante el interrogatorio. Rivas, que aseguró que en Italia estaba “aterrada”, explicó que dio su brazo a torcer y entregó a sus hijos a la expareja cuando sus abogadas le manifestaron que no había “más armas legales” para luchar.
Así las cosas, tras su declaración, el Ministerio Público mantuvo la petición de pena de 5 años de cárcel contra Rivas por los tres delitos que se le imputan. El abogado de Arcuri, Enrique Zambrano, se sumó a la tesis de la Fiscalía al entender que la mujer quería evitar que su cliente tuviera contacto con sus vástagos.