POLÍTICA POLÉMICA
Las diferencias sobre el 'cese' de Puigdemont desatan la guerra en el independentismo
JxCat califica de “línea rojísima” prescindir de su número 1, mientras que ERC les acusa de “mentir” y da por “rota” la confianza || Torrent suspende el pleno hasta que los grupos encuentren una solución
La estrategia unitaria de las dos principales formaciones independentistas en el Parlament, JxCat y ERC, saltó ayer en mil pedazos por las discrepancias sobre cómo abordar la suspensión temporal de los 6 diputados procesados por rebelión en el Tribunal Supremo.
La Mesa del Parlament, que estuvo reunida durante más de dos horas y media, fue incapaz de encontrar una solución consensuada. Según fuentes parlamentarias, la propuesta defendida por el presidente de la Cámara, el republicano Roger Torrent, que, de acuerdo con el informe de los letrados, planteaba una sustitución temporal de los 6 diputados, contó con los votos favorable de los dos representantes de ERC y del del PSC. Sin embargo, el vicepresidente primero del legislativo, Josep Costa, de JxCat, votó en contra, al igual que los diputados de Ciudadanos. Por su parte, Eusebi Campdepadrós, también de JxCat, se abstuvo. De este modo, la iniciativa de Torrent no prosperó y, a continuación, la Junta de Portavoces acordó la suspensión del pleno. A este respecto, Torrent advirtió de que la sesión no se retomará hasta que las formaciones no alcancen un pacto sobre la suspensión de los diputados que no altere las mayorías parlamentarias.
El principal punto de discordancia entre JxCat y ERC fue la inhabilitación de Carles Puigdemont. Los portavoces de su coalición defendieron que, en Alemania, se ha rechazado la acusación de rebelión, lo que, a su parecer, bastaría para que siga de diputado. El diputado Albert Batet avisó de que JxCat “no aceptará nunca la sustitución de Puigdemont”. “Es una línea rojísima”, subrayó. Además, aseguró que “teníamos un pacto con ERC que decía que aplicaríamos las sustituciones a los presos, pero no a los exiliados”. Por su parte, el también juntista Eduard Pujol lamentó que Torrent “se haya saltado el acuerdo” y “prefiera pactar con el PSC”. Por su parte, el portavoz de ERC, Sergi Sabrià, aseveró que JxCat “miente” porque no existía ningún pacto cerrado. “Todo el mundo lo sabía”, señaló. Asimismo, dio por “rota” la confianza con sus socios en el Govern, aunque dijo que “luchará por resolver las diferencias”.
La suspensión y aplazamiento sine die del pleno del Parlament de ayer fue calificado de “ridículo espantoso” del independentismo por parte de la líder de Ciudadanos en Catalunya, Inés Arrimadas. La portavoz naranja subrayó que es “intolerable” que se “cierre” la Cámara y afeó a JxCat y ERC que Carles Puigdemont “oriente la política del Parlament”. “Él es el pasado”, remarcó Arrimadas. En la misma línea, su compañero de filas Carlos Carrizosa dijo que el enfrentamiento entre las dos principales fuerzas independentistas constituye “otro ridículo del separatismo, que solamente sabe dividir”. Además, achacó a “no acatar las resoluciones de los jueces” el “cierre” del Parlament. En la misma línea, el presidente de los populares catalanes, Xavier García-Albiol, lamentó que JxCat y ERC “usen las instituciones a su antojo”. Asimismo, criticó al PSC por haber apoyado la propuesta de los republicanos en la Mesa del Parlament. “Lamentamos que los socialistas catalanes prioricen la estabilidad del Gobierno de Sánchez en detrimento de la defensa de la Constitución en Catalunya”, manifestó.
Por su parte, el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, lamentó estar ante otra “jornada negra” del Parlament debido a que la mayoría independentista es “rehén” de las decisiones que toma Carles Puigdemont desde Alemania. Igualmente, culpó a Ciudadanos y a JxCat de la suspensión del pleno. Por otro lado, el líder de CatComú, Xavier Domènech, criticó que el poder judicial “se haya entrometido hasta extremos intolerables” en los asuntos del Parlament, a la vez que suscribió las acusaciones de Iceta a JxCat y Cs de forzar el aplazamiento de la sesión.
Desde la CUP, la diputada Maria Sirvent recordó que aceptar la sustitución de los diputados significa ser “cómplices” del Supremo.