CRISIS MIGRACIÓN
“Una cuestión de derechos”
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, definió ayer como “una cuestión de derechos humanos” que haya oenegés que operen en el Mediterráneo para rescatar a los migrantes que parten en embarcaciones precarias desde el norte de África. En este sentido, recordó que “estas personas huyen” de sus lugares de origen. Asimismo, el Gobierno central autorizó al barco de la ONG catalana Proactiva Open Arms a desembarcar en el puerto de Palma a la mujer que fue encontrada con vida después de que los guardacostas libios, presuntamente, hundieran la balsa en la que viajaba, tras negarse a acompañarles de vuelta a Libia. Junto a ella, la ONG dejará en la capital balear los cadáveres de otra mujer y de un niño que perecieron en el naufragio.
Proactiva había solicitado atracar en un puerto italiano. Sin embargo, la administración transalpina no les autorizó a desembarcar en su territorio los cuerpos sin vida de los fallecidos, lo que provocó ayer otra disputa con el ministro del Interior de Italia, Matteo Salvini, que se preguntó si la ONG tiene “algo que esconder” por no querer ir a Italia y cambiar su rumbo hacia España.
Por otro lado, el Ejecutivo alemán tiene previsto catalogar como “países seguros” a Túnez, Argelia y Marruecos para proceder a la deportación rápida de los migrantes de esas nacionalidades que entren en suelo alemán.
Mientras tanto, centenares de personas llegaron ayer a las costas andaluzas a bordo de pateras. La primera, con 55 migrantes, fue localizada antes de que saliera el Sol y trasladada al puerto granadino de Motril. La última, al anochecer, arribó al puerto de Málaga con 36 personas.
En otro orden de cosas, al menos 19 migrantes fallecieron y entre 25 y 30 desaparecieron al naufragar el barco en el que viajaban frente a las costas del norte de la isla de Chipre, controladas por la autoproclamada República Turca del Norte de Chipre, dirigida por Ankara, desde hace décadas. Los guardacostas turcochipriotas rescataron a 103 supervivientes.
Además, las autoridades de Túnez, Malta e Italia prohibieron ayer a una embarcación con bandera tunecina que transporta a 40 personas rescatadas en el Mediterráneo atracar en sus puertos. Los migrantes, procedentes de Egipto, Malí, Nigeria y Bangladesh tardó cinco días en ser localizada.