Sánchez se queda solo en el Congreso y no consigue sacar adelante el techo de gasto

El Gobierno de Pedro Sánchez encajó ayer su primer gran revés en el Congreso de los Diputados, en la votación más importante a la que se había enfrentado el Ejecutivo socialista hasta la fecha. El apoyo de sus 84 parlamentarios, y de los 5 diputados del PNV, no fue suficiente para aprobar el techo de gasto, es decir, el objetivo de déficit para el año que viene, presentado por La Moncloa. Tal y como ya había anunciado, los representantes del Partido Popular, Ciudadanos, Coalición Canaria, Foro y UPN votaron en contra, mientras que los diputados de Unidos Podemos, Esquerra Republicana, PDeCAT, Compromís y Nueva Canarias se abstuvieron. El plan que ayer rechazó el Congreso, y que por tanto ya no debatirá el Senado, situaba las metas de déficit en el 1,8% del PIB en 2019, en el 1,1% en 2020 y en el 0,4% en 2021.

Según la ley de estabilidad presupuestaria, a partir de ahora el Gobierno dispone de un mes para presentar unos nuevos objetivos de déficit, que se someterán otra vez a la aprobación del Congreso. En este snetido, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, avisó de que el Ejecutivo propondrá exactamente la misma senda de estabilidad presupuestaria dentro de un mes. Asimismo, explicó que, “desde hoy”, va a trabajar en la elaboración de los presupuestos generales del Estado. Igualmente, Montero criticó a la oposición por situarse en la “trinchera” y no avenirse a llegar a un pacto con el Ejecutivo en relación con el techo de gasto. En la misma línea, la portavoz de La Moncloa, Isabel Celaá, achacó al “electoralismo” y al “dogmatismo” de los grupos de la oposición el rechazo del Congreso a los objetivos de déficit. “Es ilógico y muy doloroso”, señaló. Unidos Podemos, el principal apoyo de los socialistas para lograr investir a Sánchez como presidente, fue el blanco de las críticas del líder castellanomanchego del PSOE y presidente de dicha región, Emiliano García-Page, que dijo que la abstención del partido morado es “para hacérselo mirar”. “No me cabe en la cabeza”, afirmó. Sin embargo, desde la formación encabezada por Pablo Iglesias, el diputado Txema Guijarro invitó al Gobierno a negociar la manera de aprobar unos nuevos objetivos de déficit más expansivos. “Nuestra abstención no es un no es no, es una invitación franca para hacer las cosas bien”, aseguró. En la misma línea, el diputado del PDeCAT Carles Campuzano se quejó de la “falta de negociación” del Ejecutivo. Por su parte, el vicepresident catalán, Pere Aragonès, condicionó el apoyo de ERC al techo de gasto a modificar la ley de estabilidad presupuestaria del PP.

El rechazo a su propuesta obligará a un ajuste extra de 6.000 millones de euros en las nuevas cuentas