SUCESOS FUEGO
El incendio de Llutxent ya ha arrasado más de 3.000 hectáreas
Hasta el momento han sido desalojadas 2.600 personas y hay 6 municipios afectados || Puig cree que “las previsiones son más favorables, pero con gran incertidumbre”
El incendio declarado este lunes en el término municipal de Llutxent (Valencia) ha arrasado, hasta el momento, 3.003 hectáreas, según la última perimetración del Centro de Coordinación de Emergencias.
El fuego afectaba ayer a seis poblaciones valencianas: Llutxent, Pinet, Ador, Barx, Quatretonda y Gandia, que es la zona donde las llamas más superficie han calcinado.
A lo largo de este miércoles, han trabajado en las labores de extinción más de 700 efectivos terrestres y 27 aéreos procedentes de distintos cuerpos y administraciones como bomberos forestales y personal de medio ambiente de la Generalitat, miembros de los consorcios provinciales de bomberos de Valencia, Castellón y Alicante y personal del Cuerpo Municipal de Bomberos de València.
Asimismo, el ministerio de Agricultura envió siete aviones anfibios, así como helicópteros antiincendios y de transporte, además de un avión de Comunicaciones y Observación que graba y envía imágenes aéreas en tiempo real sobre la evolución del incendio.
El fuego obligó a desalojar “de forma preventiva” a la población del municipio de Pinet este martes. La noche del lunes ya se evacuó a unas 2.600 personas de la zona de La Drova y las urbanizaciones de Montesol y Montepino. Por motivos de seguridad, ayer seguían sin poder volver a su casas.
Cruz Roja ha atendido a 326 vecinos de las poblaciones afectadas por el incendio, en hasta seis albergues que habilitó para prestar asistencia y de los que ayer mantenía abiertos tres, asistidos por más de 50 voluntarios.
Por su parte, el ayuntamiento de Gandía anunció en un comunicado que pedirá al Consejo de Ministros la declaración de zona de emergencia tras la situación creada a consecuencia del incendio de Llutxent.
Por su parte, el president de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, señaló que las predicciones sobre la evolución del incendio eran “más favorables” y el horizonte era “un poco mejor” que por la mañana, pero admitió que “aún hay una incertidumbre muy grande”, por lo que pidió “gran prudencia” y “no hacer ningún alarde de triunfalismo”.