«Solo se oía el silencio de las calles»

Francesc es un joven leridano que veranea en Cambrils desde pequeño. Según explica a SEGRE, solo media hora antes del atentado, unos amigos y él circulaban por la zona. Cuando sucedió todo, él ya estaba en su casa, cercana a la zona. Al enterarse del ataque yihadista, pensó que “nunca sabes lo que puede pasar”. Desde su balcón escuchó gritos y tiros de los mossos que también “gritaban a la gente que volvieran para sus casas y que cerrasen las ventanas”. Al final, “la calle quedó en silencio y solo se oían las ventanas cerrándose de golpe, policías corriendo y walkies sonando. Muy caótico todo, se palpaba el nerviosismo”. Pese a que vio cómo la ciudad cambió después de los sucesos, ahora dice que ahora ha vuelto a ser la de siempre. Lo que más le sorprendió fue “la actitud de algunos vecinos, que se resistían a seguir las indicaciones de los mossos” aunque sus vidas podían correr peligro.