TERRORISMO
Omagh recuerda a las víctimas del peor atentando del Ulster, 20 años después
El niño Fernando Blasco Baselga, de 12 años, y la monitora Rocío Abad, de 29, fallecieron en la explosión de un coche bomba estacionado en pleno centro de la localidad, junto a otras 27 personas, entre las que había una mujer embarazada con mellizos de och
La ciudad norirlandesa de Omagh recuerda a las víctimas del peor atentado cometido durante el pasado conflicto en la región, en una acción terrorista de disidentes del IRA que causó 29 muertos, dos de ellos españoles, y por la que nadie ha sido aún condenado 20 años después.
El niño Fernando Blasco Baselga, de 12 años, y la monitora Rocío Abad, de 29, fallecieron en la explosión de un coche bomba estacionado en pleno centro de la localidad, junto a otras 27 personas, entre las que había una mujer embarazada con mellizos de ocho meses.
Ambos formaban parte de un grupo que realizaba un curso de verano en la República de Irlanda y que el 15 de agosto de 1998 cruzó la frontera para visitar Irlanda del Norte, envuelta en aquellos días en un clima de optimismo tras la firma cinco meses antes del acuerdo del Viernes Santo, el texto que puso fin a más tres décadas de violencia.
Sus nombres, así como el del resto de víctimas mortales, vuelven a recordarse en el lugar de la tragedia, al son de 32 golpes de campana, el último a las 15.10 hora local, coincidiendo con el momento de la explosión.
"Nunca olvidaremos a los españoles que vinieron a Omagh, tenemos un vínculo muy fuerte con ellos. Ahora son parte de nuestro ADN, como el resto de familias", aseguró a Efe Michael Gallagher, cuyo hijo, Aidan -de 21 años- también murió en el atentado perpetrado por el IRA Auténtico (RIRA), escindido del ya inactivo Ejército Republicano Irlandés (IRA) por su oposición a la vía democrática.
Según Gallagher, portavoz el Grupo de Auto Ayuda y Apoyo de Omagh, la barbarie terrorista unió aún más a la ciudadanía y reforzó la determinación, tanto de católicos como de protestantes, para asegurar el éxito del incipiente proceso de paz, que, a pesar de los altibajos, está totalmente consolidado dos décadas después.
El activista subrayó que el atentado fue "un crimen transfronterizo", cometido por supuestos miembros del RIRA radicados en Irlanda, que "pasaron 40 minutos" en el norte para asesinar a inocentes y que regresaron después al sur.
"Tuvimos dos investigaciones paralelas -recordó- y ninguna ha sido capaz de condenar a los responsables en los tribunales y eso, unido al hecho de que aún no hemos obtenido justicia y que no sabemos toda la verdad, ha causado mucho dolor a las familias".
Hasta la fecha, solo dos hombres han sido acusados por aquel atentado, pero los errores e irregularidades cometidos por la policía norirlandesa (PSNI) e irlandesa (Garda) durante sus pesquisas obligaron a las autoridades a ponerles en libertad.
En opinión de Gallagher, puede que se trate de un caso de "ineptitud", aunque también alberga la sospecha de que los Gobiernos británico e irlandés han evitado tomar medidas que "pongan en dificultades al proceso de paz", un planteamiento que encaja con el habitual recelo de Londres para abordar las actividades de sus servicios secretos en el pasado.
"A los investigadores -señaló- les faltó información y los servicios de inteligencia podían haberles ayudado más. Es más, creo que frustraron las investigaciones y por eso no tenemos culpables".
A petición del Grupo de Auto Ayuda y Apoyo de Omagh, una consultora de seguridad de Londres elaboró en 2013 un informe que contiene, según Gallagher, nuevas pruebas que podrían demostrar el fracaso de las autoridades para evitar el atentado y apresar después a sus responsables.
Este documento fue entregado ese año a los Gobiernos británico, irlandés y español para pedirles el establecimiento de un tribunal público, independiente y transfronterizo, pero se ha topado con el "no" del Reino Unido.
La familias confían en que la Justicia, que está revisando esa negativa, les de la razón y obligue a Londres a abrir los archivos del caso para que se sepa "toda la verdad sobre lo que ocurrió en Omagh".
"Esta fue una acción terrorista de carácter internacional, pues se cobró víctimas de tres países. Hay cuestiones embarazosas para Londres y Dublín y parece que no quieren hacerlas frente", sostuvo Gallagher.
El citado informe indica que hubo 27 ataques del RIRA en Irlanda del Norte entre enero de 1998 y agosto de ese año y que 13 de esos fueron llevados a cabo "por la misma gente" que atentó en Omagh, cuyos teléfonos móviles, según el activista, estaban vigilados por los servicios de inteligencia.
Ante la falta de avances por la vía penal, el Grupo de Apoyo de Omagh ganó en 2009 una demanda civil en la que los tribunales apuntaron como responsables de la tragedia a cuatro hombres, que fueron obligados a pagar una compensación de 1,5 millones de libras (1,8 millones de euros entonces).
"Es un pequeño alivio, pero queremos a los responsables en la cárcel", zanjó Gallagher.