Los migrantes del Aquarius llegan a Malta y el Govern pide darles asilo

La Generalitat de Catalunya acogerá a los 60 inmigrantes del buque de salvamento Aquarius, que llegó ayer al puerto maltés La Valeta tras cinco días de travesía marítima. Para hacerlo, pidió que los recién llegados puedan solicitar asilo, como sucedió con los del navío Open Arms, que desembarcó en Valencia el pasado julio.

El secretario catalán de Igualdad, Migración y Ciudadanía, Oriol Amorós, considera que la logística de este procedimiento es nueva porque la primera identificación se hará en Malta y no descarta acoger a menores de edad. Sin embargo, reconoció que Catalunya está “sobreocupada” de menores huérfanos o sin tutela y, por ello, pide corresponsabilidad al ejecutivo español.

En este sentido, la diputada de Cs en el Parlament, Elisabeth València, pidió ayer a la Generalitat usar sus fondos de contingencia para atender a estos menores, que no llegan acompañados a territorio catalán. Además, instó al gobierno catalán a “abrir inmediatamente un centro de primera acogida de menores en Barcelona” para garantizar la correcta acogida de estos, que en los últimos meses han tenido que dormir en la Ciudad de la Justicia de Barcelona y están siendo atendidos en las dependencias de la dirección general de Infancia.

Por otro lado, el ayuntamiento de Madrid puso ayer a disposición de los migrantes un palacete de 3.330 metros cuadrados, situado en Tres Cantos. La alcaldesa, Manuela Carmena, explicó que se trata de “un gran espacio” cerrado desde 2003 y señaló que en el Ayuntamiento no pueden permitir que haya “ningún tipo de instalaciones cerradas”.

En cuanto al Aquarius, los 141 pasajeros viajarán a los países de acogida en los próximos días. Al acuerdo de cinco países, se suma Italia, pese a que el ministro de Interior, Matteo Salvini, había asegurado que no recibirían a ninguno. En otro orden de cosas, el ejecutivo de Gibraltar expresó ayer que la retirada de su bandera del Aquarius fue una decisión “apolítica”, fruto del rechazo de Italia a acoger más navíos de ONG. El gobierno gibraltareño defendió la labor del buque, aunque recordó que se debe actuar según la regulación internacional.