Víctimas del 17-A piden “no politizar” su dolor en el aniversario de los atentados

“No politizar” ni “utilizar el dolor ajeno” en los actos para conmemorar hoy del aniversario de los atentados de Barcelona y Cambrils. Esta fue ayer la reclamación que formularon víctimas de los ataques terroristas, que denunciaron también haberse sentido “abandonadas” por las administraciones después de la tragedia.

Víctimas de los atentados del 17-A exigieron ayer a los políticos que los actos para conmemorar hoy el aniversario de los atentados en Barcelona y Cambrils sean una “tregua” y que no se “manipule” ni “politice” el dolor de los afectados. Denunciaron haberse sentidos “abandonados” por parte de las administraciones, en el marco de una rueda de prensa organizada por la UAVAT. Esta entidad, impulsada por víctimas con apoyo del ayuntamiento y la Diputación de Barcelona, presta asistencia a los afectados.

Roberto Manrique, asesor de UAVAT, reclamó que los actos institucionales sean un homenaje a las víctimas y que la clase política “haga una tregua”. “No utilicen el dolor ajeno para hacer política”, dijo. Esta reivindicación llega en un momento en que la conmemoración ha hecho aflorar tensiones entre administraciones y partidos. Ana Cortés, testigo del atentado en Les Rambles, afirmó que “ha sido un año durísimo de miedos, dolor y soledad” para heridos, testigos y familiares. Desde entonces, apuntó, ella sufre ataques de ansiedad “cuando gente sale corriendo o grita”. Destacó la incomprensión que se encuentran las personas que vivieron los atentados y no sufrieron heridas físicas: “Sí que tengo heridas, heridas internas que no se ven”. Cortés reclamó a los políticos (“esos que ahora se pelean por hacerse la foto con nosotros”, apostilló), que no se olviden de los afectados tras el acto conmemorativo, y pidió que el protagonismo sea para las víctimas. También lamentaron la falta de atención de las administraciones Ruben Iñazú, herido en el atentado de Cambrils; y su pareja y testigo, Nuria Figueras.

“Las víctimas de Cambrils hemos sido víctimas de segunda”, lamentó esta última. Como ejemplos de “falta de empatia” de las administraciones, la entidad apuntó que la oficina de atención que Interior abrió tras los atentados cerró una semana después, y el hecho de que los afectados tienen un plazo un año para acogerse a la condición de víctimas del terrorismo. La coordinadora de UAVAT, Sara Bosch, subrayó que “el dolor no tiene plazos”. “La solidaridad no se puede apagar o encender el día del homenaje”, añadió.

La tragedia tuvo como reacción numerosas manifestaciones de solidaridad hacía las víctimas de Barcelona y Cambrils en todo el mundo, mientras que las instituciones catalanas y españolas escenificaron un frente común de rechazo al terrorismo que resultó efímero. Al poco tiempo empezaron a aflorar un intenso cruce de acusaciones sobre quién desatendió sus responsabilidades a la hora de evitar las muertes a manos de los yihadistas. Policía y Guardia Civil, por un lado; y Mossos d’Esquadra, por otro, se culparon mutuamente de falta de colaboración y de no compartir informaciones relevantes para frustrar los planes de los terroristas. Por su parte, el ayuntamiento de Barcelona se enfrentó a duras críticas por no disponer barreras físicas en las vías más frecuentadas. “Bolardo” se convirtió de un día para otro en una palabra en boca de todo el mundo y los obstáculos de gran tamaño y peso proliferaron a la entrada de las principales calles en numerosas ciudades y pueblos.

En los meses que siguieron a los atentados se conocieron datos que no contribuyeron precisamente a apaciguar el clima de confrontación, como el hecho de que el CNI admitiera haber mantenido contactos con Es Satty años antes de los ataques. A ello se suman supuestas advertencias sobre atentados en la capital catalana en fechas anteriores a la tragedia, que habrían sido ignorados o subestimados por las autoridades por su carácter impreciso o demasiado genérico. Un año después de los atentados, la conmemoración del aniversario llega hoy en un clima político muy diferente al del 17 de agosto de 2017.

Entre ambas fechas se ha producido el referéndum sobre la independencia de Catalunya del 1-O, la declaración de la república catalana en el Parlament seguida de la aplicación inmediata del 155, y el encarcelamiento de líderes independentistas acusados de rebelión mientras otros están en el extranjero. Al cruce de reproches entre administraciones por su actuación antes de los atentados, se suman ahora otras reivindicaciones de carácter político que hacen imposible escenificar unidad ante el terrorismo. El anuncio de que el rey asistiría hoy al acto institucional previsto para hoy en Barcelona fue seguido de días de dudas sobre si también lo haría el presidente de la Generalitat, Quim Torra (cuya presencia sí está prevista finalmente); mientras que independentistas y contrarios a la monarquía han manifestado ya su intención de ignorar la conmemoración oficial.