SUCESOS CRIMEN
Mata a un hombre y hiere a otros tres con una escopeta en un bar
El presunto autor de los disparos, de 32 años, fue detenido horas después en Valladolid || El fallecido tenía 46 años y uno de los heridos se encuentra grave
La Guardia Civil detuvo ayer al presunto autor de los disparos que provocaron la muerte de una persona y heridas a otras tres, una de ellas grave, la madrugada del sábado al domingo en un bar de la localidad vallisoletana de Castrillo-Tejeriego (Valladolid), según informó la subdelegación del Gobierno en un comunicado.
El hombre había entrado en un bar de esa localidad vallisoletana con una escopeta y efectuó varios disparos matando a un hombre de 46 años.
El suceso ocurrió poco antes de las seis de la mañana cuando por motivos que están siendo investigados el hombre entró en el bar de esta pequeña localidad de poco más de 200 vecinos y comenzó a disparar. El presunto autor de los hechos huyó a continuación del lugar, portando el arma con la que había efectuado los disparos, en un turismo.
Inmediatamente, la Guardia Civil montó un amplio dispositivo de búsqueda, con despliegue de medios tanto terrestres como aéreos, recabando la colaboración de otros Cuerpos y Fuerzas de Seguridad. Fruto de este dispositivo, la Guardia Civil logró detener al supuesto autor de los hechos en el las proximidades de la calle Arca Real de la capital vallisoletana.
Los heridos tuvieron que ser trasladados hasta un Centro Hospitalario de Valladolid, tras ser atendidos por los medios sanitarios desplazados hasta el lugar.
La subdelegada del Gobierno en Valladolid, Helena Caballero, confirmó que el detenido, M.M.B. de 32 años vecino de Valladolid e hijo de un extrabajor del ayuntamiento de Castrillo-Tejeriego, tenía la licencia de armas “en regla” y cumplía con todos los “requisitos” marcados por la ley.
Apuntó que al presunto autor de los disparos solo le constaba un antecedente por un “delito menor”, en concreto por “amenazas e injurias” hacia un concejal del consistorio.
En este punto, la subdelegada del Gobierno descartó que hubiera “rencillas anteriores” con las víctimas y atribuyó a un “cruce de cables” tras una discusión “que tampoco estaba siendo muy acalorada” lo que motivó que el presunto homicida fuera a por la escopeta a casa y entrara “a tiros” en el establecimiento.