Cruce de acusaciones de partidos

Govern y partidos cargaron ayer contra Ciudadanos por avivar la “confrontación” en la polémica de los lazos amarillos en el espacio público.Un día después de que el presidente de Cs, Albert Rivera, y la líder en Catalunya, Inés Arrimadas, se implicasen personalmente en la campaña de retirada de lazos amarillos en Alella y de los incidentes ocurridos en la concentración convocada por este partido, con la agresión a un cámara de Telemadrid al que creían trabajador de TV3, las críticas hacia la formación naranja arreciaron.

Desde Vilafranca del Penedès, el vicepresident de la Generalitat, Pere Aragonès, acusó a Ciudadanos de sentirse “cómodo” cuando “hay tensión en la calle” y apeló a la responsabilidad de sus dirigentes para no poner “en riesgo la paz social” y la “convivencia” por un “puñado de votos”.

Emplazó a Cs a abandonar la “estrategia de la confrontación” y a apostar por el diálogo y la negociación política.

Pere Aragonès acusa a Ciudadanos de sentirse “cómodo” cuando hay “tensión en la calle”

Más contundente, aunque sin citar explícitamente a Cs, fue el portavoz adjunto de JxC, Eduard Pujol, quien reclamó “un ejercicio de responsabilidad” a todos aquellos dirigentes que “juegan, que son absolutamente unos pirómanos, que cogen una cerilla el mes de agosto y deciden pasearse de manera imprudente con los riesgos que ello comporta”.

El portavoz de ERC en el Congreso, Joan Tardà, insinuó que “alguien puede estar interesado” en que la tensión en Catalunya vaya “in crescendo” y que haya “algún accidente” para “dinamitar” el procés.

En paralelo, Arrimadas dijo de que no va a aceptar que se “criminalice” a quienes retiran lazos amarillos. Cs ha pedido amparo al Defensor del Pueblo, afirmando que, cuando una administración como la Generalitat rompe con la neutralidad y “oficializa una ideología con la ocupación simbólica del espacio público, se quiebra el ámbito de la convivencia” y, a renglón seguido, añade: “Es lógico que aparezcan casos de violencia”.

En este escenario, el secretario de Organización del PSC, Salvador Illa, lamentó que algunos partidos no contribuyan a un clima de sensatez. Hizo un llamamiento al “respeto, la prudencia y el sentido común”, tanto para mantener la neutralidad del espacio público, como también para evitar agresiones.

El presidente del PPC, Xavier García Albiol, reprochó a Cs que en la manifestación hubiera “banderas de simbología nazi o extrema derecha”. Además, el PP de Barcelona ha puesto en marcha una “oficina de asesoramiento y apoyo” a ciudadanos que sean “multados o agredidos” por retirar lazos y el líder del PP, Pablo Casado, dijo que “los independentistas van como matones por la calle contra quienes” los retiran.

Desde BComú, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, advirtió a los partidosque “el contexto difícil que vivimos requiere trabajar por rebajar la tensión, no pirómanos”.

Fuentes de la Generalitat consultadas por Efe han dejado claro que el discurso de Torra, que aún se está acabando de pulir, no será en ningún caso una hoja de ruta, sino que más bien se tratará de una “carta de navegación” para analizar de dónde se viene y los escenarios próximos que se avecinan.