Torra: 'Libertad o libertad'

El president dio ayer el pistoletazo de salida a unos meses que se prevén intensos en la política catalana. Bajo el signo de la disyuntiva “libertad o libertad”, tendió la mano a Madrid para pactar un referendo sin olvidar el 1-O, dijo que no acatará una sentencia condenatoria en el juicio del “procés” e insistió en organizar una marcha por los derechos civiles.

“Libertad o libertad”. Esta fue la propuesta que el president de la Generalitat, Quim Torra, lanzó ayer desde el escenario del Teatre Nacional. Emulando la disyuntiva de “referéndum o referéndum” lanzada por Carles Puigdemont desde el atril del Parlament en septiembre de 2016, el jefe del Executiu tendió la mano al presidente del Gobierno central, Pedro Sánchez, para negociar la celebración de un referéndum de autodeterminación en Catalunya. Así, a la vez que subrayó que “el mandato del 1-O sigue vigente” y recordó que el Govern trabaja para “hacerlo efectivo”, destacó la necesidad de celebrar “una consulta de autodeterminación acordada, vinculante y reconocida internacionalmente”. No obstante, puntualizó que “para que sea posible esta negociación y este acuerdo, es necesaria la liberación de los presos políticos y el regreso libre de los exiliados”.

Ante una sala llena a rebosar y arropado por todos sus consellers, de JxCat y de ERC, con los que se fundió en abrazos entre los aplausos de los asistentes, Torra explicó que los tres ejes de su hoja de ruta para los próximos meses van a ser “movilizaciones en la calle, instituciones al servicio de las políticas sociales y del progreso de la República, y máxima proyección internacional” del conflicto catalán. Así las cosas, el president insistió en su propuesta de organizar una marcha “diversa y multitudinaria” por los derechos “civiles, sociales y nacionales” de cara a la celebración del juicio en el Supremo contra la cúpula independentista. También llamó a que el acto de la Diada que las entidades independentistas celebrarán en la Diagonal cuente con una “asistencia multitudinaria”. Una vez más, Torra pidió “caminar juntos” y no desviarse de la vía “democrática”. Asimismo, advirtió que “no aceptaré ninguna sentencia que no sea la libre absolución” de los encausados por el “procés” en el Supremo. En caso de no resultar así, y que Puigdemont, que siguió la alocución desde Waterloo, sus consellers y los demás acusados fueran condenados, afirmó que se pondrá a voluntad de la ciudadanía y del Parlament para valorar los actuaciones a seguir. Al hilo de esto, el president denunció la “violencia legal” que ha venido ejerciendo el Estado sobre Catalunya desde la aplicación del 155, a la par que lamentó que “según qué actitudes políticas emprendamos nosotros, el resultado final del juicio del 1-O puede estar condicionado”. Por otro lado, Torra también anunció la creación de un foro “cívico y social” como punto de partida del “proceso constituyente”.

JxCat y ERC alaban el discurso del president y piden ‘consensos de país’

Tras un inicio de verano en el que las relaciones entre JxCat y ERC pasaron por momentos delicados, las dos principales formaciones independentistas escenificaron ayer la unidad en su posicionamiento respecto de la hoja de ruta del Govern en los próximos meses. Así, la diputada de ERC Anna Caula se felicitó porque “nos sentimos cómodos con el discurso del president”. “Torra ha hablado en nombre del Govern, ha efectuado un buen trabajo conjunto con el vicepresident Pere Aragonès”. Caula, que apeló a los “grandes consensos de país para avanzar hacia la República”, también pidió “unidad de acción” porque “todos queremos lo mismo”. Por su parte, desde Lledoners, el número 2 de JxCat, Jordi Sànchez, subrayó que “hay una mayoría incontestable de catalanes a favor de votar” e insistió en que “queremos una República para todos”. Asimismo, el vicepresidente primero del Parlament, Josep Costa, de JxCat, destacó que el president deje claro que “el pueblo catalán no acatará un fallo de prisión” en el juicio del 1-O.