Torra está dispuesto a 'abrir las cárceles' y Sánchez replica que 'las sentencias se acatan'

El president de la Generalitat, Quim Torra, aseguró ayer, en su visita a Carles Puigdemont en Bruselas, que está dispuesto a abrir las cárceles para los presos independentistas en caso de que sean condenados por los tribunales. De hecho, avisó que “será el pueblo” quien conteste a si se deben o no abrir, matizando así sus declaraciones previas.

Torra insistió en que son el Parlament y los catalanes quienes le fijarán el “límite” en sus actuaciones y que serán ellos quien le marquen “si obedecer o desobedecer” las sentencias judiciales. En cuanto a las repetidas amenazas del Ejecutivo español sobre el riesgo de aplicar el 155 de nuevo en caso de que no se cumpla la ley, Torra aseguró que está dispuesto a llegar “tan lejos como el president Puigdemont, que se puso a disposición del pueblo de Catalunya”. Asimimo, apuró a Madrid que “dejen de una vez las amenazas” y “la cultura del 155” para no viciar el proceso de negociación.

Batet pide en el Congreso esfuerzos tanto de los partidos catalanes como de los estatales

Considera ‘estúpido’ no contar con todos los catalanes para llevar a cabo la república

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, respondió a estas sentencias del líder catalán desde Suecia, en su visita al primer ministro sueco, Stefan Löfven. Sánchez avisó a Torra que “las sentencias se deben cumplir, aunque no se compartan” y le pidió más “responsabilidad y diálogo” y menos “gesticulación”. El presidente de España aseguró que su Gobierno se está “tomando en serio el diálogo” y recalcó que la política debe servir para la convivencia. Siempre, eso sí, reafirmando su propuesta de mejora del autogobierno mediante una reforma del Estatut, sobre lo que Torra respondió que va a continuar con la senda hacia la independencia.

La ministra de Política Territorial, Meritxell Batet, aludió a Torra en su comparecencia en el Congreso de los Diputados reclamando “un esfuerzo de lealtad y flexibilidad” a la Generalitat, así como a todos los partidos políticos, tanto del Parlament como del Congreso, para conseguir solucionar la crisis en Catalunya. Asimimo, comentó que la Generalitat asumió su responsabilidad de “ir más allá de sus reivindicaciones soberanistas”, pese a que Torra ha expresado en repetidas ocasiones su voluntad de continuar con la senda independentista.

La presidenta del Congreso, Ana Pastor, dijo ayer que está abierta al diálogo con Quim Torra en relación al formato de su comparecencia en el Congreso de los Diputados. El president de la Generalitat no quiere una votación tras su comparecencia que podría acabar con un rechazo frontal de la Cámara a sus postulados.

barcelona

Los cupaires no entienden que el líder del Executiu puede llamar a la movilización mientras acata “la legalidad constitucional”, según el líder de la CUP en el Parlament, Carles Riera. Sobre los presos políticos, afirmaron que no contemplan el diálogo con un Estado que “reprime”, cuando esto sucede “hay que derrotarlo, superarlo”.

Sergi Sabrià, de ERC, se sintió muy identificado con el discurso de Torra y dijo que “se nota” que lo acordó con su partido. Joan Tardà, por su parte, insistió en que su partido “solo contempla la absolución” de presos. Remarcó que los “compañeros” encarcelados o “exiliados” no han cometido “ningún delito”, por ello no contemplan ninguna condena. También avisó a la ministra Meritxell Batet, en la comparecencia que hizo ayer en el Congreso de los Diputados, que todos los catalanes son necesarios para decidir sobre el futuro del país, tanto los que son como los que no son independentistas. “El 50% de catalanes independentistas se sienten excluidos de esa oferta”, le respondió a la ministra. “¿Acaso van a desaparecer? Ustedes se quedan en la mitad”, dijo y añadió que “si hay algún independentista ingenuo o estúpido que crea que puede conseguirlo sin el resto, estará equivocado”, sentenció Tardà.

Por otra parte, una decena de personas presentaron ayer en L’Hospitalet de Llobregat Socialistes per la República, un colectivo de izquierdas a favor de la independencia en la órbita de Esquerra Republicana, con el apoyo de Pere Aragonès y Ernest Maragall. Criticaron al PSC por no apoyar la independencia.