PANORAMA
Marlaska y Buch abogan por la neutralidad del espacio público, pero no concretan cómo
El conseller niega que existan problemas de convivencia en Catalunya y censura a Cs por ‘llamar’ a quitar lazos amarillos || El ministro afirma que los Mossos tienen potestad para resolver la situación
El Gobierno de España y la Generalitat de Catalunya abogaron ayer por la neutralidad del espacio público, pero no concretaron, en ningún momento, cómo lo llevarían a cabo. Lo único que confirmaron fuentes de la conversación es que no se denunciará a nadie por poner o quitar lazos. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y el president de la Generalitat, Quim Torra, se reunieron ayer en la Junta de Seguridad, tras la que se celebró una rueda de prensa en la que compareció el conseller de Interior, Miquel Buch.
Marlaska incidió en la necesidad de “quitar ideologías del espacio público”, de “neutralizarlo”, pues este debe ser “de todos los ciudadanos, un espacio de acuerdo, de encuentro”. Buch se sumó a esta propuesta, pero concretó que para la Generalitat “no existe ningún problema de convivencia” y culpabilizó a Ciudadanos de por “llamamientos” para quitar estos símbolos a favor de los presos independentistas de las calles.
No se denunciará ni a quien ponga ni a quien quite lazos amarillos, según fuentes del encuentro
La Generalitat también solicita poder convocar 1.500 plazas en los próximos dos años
Marlaska aludió a la competencia de los Mossos d’Esquadra en lo referente al control de la neutralidad en el espacio público catalán. “Para eso en primer lugar están los Mossos, nosotros les hemos ofrecido ayuda cuando la necesitan. Ellos tienen los parámetros para determinar y actuar”, añadió. Aun así Marlaska ofreció agentes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional en caso de que los Mossos lo soliciten.
Buch también defendió la responsabilidad de los agentes catalanes y animó a los ciudadanos a “llamar a los Mossos d’Esquadra cuando detecten algún altercado, porque están en todo el país, lo conocen y trabajan con mediación para resolver los pequeños conflictos”. Agradeció la oferta de Marlaska, pero “espero no tener que utilizarla nunca”. Además, insistió en no caer “en provocaciones, puesto que a alguien le interesa que lo hagamos”, refiriéndose a los lazos amarillos y a quienes animan a quitarlos. De hecho, Buch evidenció que estos símbolos se cuelgan en territorio catalán desde el pasado mes de octubre, pero la polémica surgió a finales de este verano.
Marlaska recordó que deben cumplir la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) que prohibe la simbología en los edificios institucionales, aludiendo a la estelada colgada en una plaza por parte del Ayuntamiento de Sant Cugat del Vallès. Eso sí, no quiso entrar en la supuesta actuación violenta de agentes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional identificados por los Mossos, pues alegó que “es un caso judicializado” y que “no se tramitarán expedientes internos hasta que no intervenga un juez”.
barcelona
El ministro del Interior español, Fernando Grande-Marlaska, afirmó ayer que los Mossos d’Esquadra entrarán a formar parte del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO) antes de 30 días. En la rueda de prensa posterior a la Junta de Seguridad, el ministro destacó que el acuerdo para que los Mossos se integren en este centro demuestra la “lealtad institucional” y la voluntad de cooperación entre Gobierno y Generalitat, y el conseller Miquel Buch dijo que “la colaboración y el trabajo conjunto es real por la seguridad de la ciudadanía”.
Con el acuerdo, un representante del cuerpo de Mossos se integrará de forma permanente en el centro en el plazo de un mes. De esta forma, los Mossos entran en el Sistema de coordinación de investigaciones (SCI-Sicoa) del Citco, y se crea, asimismo, un grupo de trabajo para abordar la llegada de los agentes catalanes en otros ámbitos de trabajo del centro: elaboración de informes, soporte logístico y formación.
La acogida de los Mossos en el Citco era una antigua reivindicación de la Generalitat, que ya se abordó en la anterior Junta de Seguridad, en julio de 2017, entre los entonces ministro Juan Ignacio Zoido y el president Carles Puigdemont. Entonces se acordó la integración, pero sin fijar una fecha.
La Generalitat pidió también ayer poder convocar 1.500 plazas de Mossos d’Esquadra en los próximos dos años, una petición que ahora se deberá abordar con el ministerio de Hacienda, que tiene la última palabra.