Cuixart alerta de que más políticos pueden ir a la cárcel

El presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, alertó ayer de la posibilidad de que haya más líderes independentistas que ingresen en prisión. Desde la cárcel de Lledoners, explicó que “ha de ser un motivo de autoestima colectiva que haya gente dispuesta a ir a prisión por defender la democracia en pleno siglo XXI” y subrayó que si la cárcel “es el precio que hay que pagar, bienvenido sea”. Calificó de “absurdo” que el independentismo “se ponga como límite la cárcel o las amenazas por parte del Estado” y recordó que su traslado y el del resto de los presos a cárceles catalanas tras el cambio de Gobierno en Madrid “no es ninguna concesión ni ningún gesto humanitario”. “Es cumplir la ley”, afirmó Cuixart, que rechazó adherirse a la Crida Nacional per la República impulsada por Carles Puigdemont y por el president de la Generalitat, Quim Torra, y calificó de “muy positiva” la reunión prevista este otoño entre el jefe del Executiu y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, porque “hace falta diálogo” pero debe ser “sincero, honesto y sin limitaciones”. Así las cosas, Puigdemont, desde Suiza, instó al Gabinete socialista a presentar su proyecto para Catalunya si no quiere ser “la versión 2.0 de la receta de Rajoy”. Por su parte, el presidente del Parlament, Roger Torrent, dijo que las diferencias entre JxCat y ERC son “retóricas” y no de “fondo”. Por otra parte, fuentes del Supremo manifestaron que la Fiscalía no retirará los cargos por rebelión contra los líderes independentistas procesados, según El País. No obstante, el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, admitió que la situación de los presos “no ayuda a normalizar la situación”. El vicepresidente primero del Parlament, Josep Costa, alertó de que, si se mantiene la acusación por rebelión, “habrá muchas consecuencias y muy graves”.

Unas 2.000 personas por la unidad de España en Barcelona Unas 2.000 personas, según la Guardia Urbana, se manifestaron ayer en Barcelona para defender la unidad de España y contra la independencia de Catalunya, marchando desde El Paral·lel hasta la Avinguda Maria Cristina. Una contramanifestación aglutinó a un centenar de independentistas. En la marcha unionista participaron algunos políticos, como la secretaria general del PP en Barcelona, Elisabeth Jiménez. Terminada la manifestación, algunos participantes agredieron a un hombre en una calle del Poble-sec, y también a un grupo de miembros del CDR de Nou Barris en el metro.