Sánchez compara Catalunya con Quebec y pide encontrar el camino

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, consideró que del caso de Quebec en Canadá se pueden extraer lecciones para intentar resolver el problema de Catalunya.

Sánchez se reunió ayer en Montreal con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, y en la conferencia de prensa conjunta posterior fueron preguntados por la posible similitud de ambos casos y si es posible sacar alguna conclusión para Catalunya de lo ocurrido en esta región canadiense.

Pedro Sánchez considera la normalización institucional una condicion básica para salir de la crisis catalana

Todos los exconsellers de Puigdemont alegaron que ellos no promovieron ningún acto violento

En Quebec se han celebrado dos referendos para que los ciudadanos decidieran sobre su independencia y en ambos fue rechazada esa posibilidad.

Sánchez dijo que la lección que hay sacar de Quebec y de Canadá es que desde la política y el respeto a la legalidad se pueden encontrar soluciones políticas. “Cada país debe encontrar su camino para resolver esos conflictos políticos. Y si algo tenemos que extraer de la experiencia de Canadá es esa”, insistió. “Esta misma semana hemos visto como la Generalitat se va a incorporar a las comisiones multilaterales. Se está produciendo algo importante”, aseguró el presidente, para después añadir: “Creemos que la normalización institucional es una condición básica”.

Por otro lado, el conseller de Acción Exterior de la Generalitat de Catalunya, Ernest Maragall, celebró ayer las declaraciones de algunos miembros del Gobierno sobre un posible indulto a los líderes independentistas, aunque exigió al Ejecutivo socialista “actuar en coherencia” a esas palabras.

Asimismo, la consellera de Justicia, Ester Capella, dijo que confía en que la justicia española dicte una sentencia absolutoria en el proceso judicial contra el gobierno catalán destituido para que no tenga que “tapar sus vergüenzas” con indultos.

El secretario general del PP, Teodoro García Egea, denunció ayer la “campaña de presión vergonzante” a los jueces que está realizado el Gobierno para que no le “arruinen” el “apaciguamiento” con el independentismo. “Solo les falta un lazo amarillo en la solapa”, aseguró.

Los vídeos de las declaraciones de los exconsellers de Carles Puigdemont ante la magistrada de la Audiencia Nacional Carmen Lamela, pocas horas antes de que todos ingresaran en prisión, muestran cómo todos aseguraron en varias ocasiones que nunca promovieron participar en ningún acto violento o que pretendieran impedir la acción policial o judicial.

Junqueras afirmó que “soy creyente y cualquier cosa relacionada con la violencia me parece fuera de lugar”. Dolors Bassa también apeló a su trayectoria: “Soy maestra de una escuela cristiana y mis principios son contrarios a la violencia”. Joaquim Forn aseguró que tanto públicamente como en privado siempre ordenó a sus subordinados y a los Mossos, que los mandatos judiciales “deben cumplirse”.

Por su parte, Carles Mundó aseguró que como conseller de Justicia no vio compatible manifestarse ante los tribunales de justicia y Raül Romeva recordó que hace más de 25 años que milita en la objeción de conciencia, el pacifismo y la lucha por los derechos fundamentales siempre de forma pacífica y democrática. Finalmente Jordi Turull aseguró que nunca participó en ningún acto violento ni la tampoco lo promovió. Siempre he apostado por la “no violencia, la democracia, las urnas, el civismo y el pacifismo, aseguró.