La Generalitat cuenta 1.066 casos de "daños físicos" el 1-O y 12 agentes atendidos

El Govern ha presentado este lunes un informe sobre el balance del 1-O del año pasado en el que cifra en 1.066 los ciudadanos que sufrieron "daños físicos" -cinco de ellos "graves"- por las cargas policiales, y en 12 los agentes de Policía Nacional, Guardia Civil y Mossos d'Esquadra que tuvieron que ser atendidos. Coincidiendo con el primer aniversario del referéndum unilateral del 1 de octubre del pasado año, el Govern que preside Quim Torra se ha reunido en Sant Julià de Ramis (Girona), localidad donde residía el expresident Carles Puigdemont y donde tenía previsto votar el 1-O.

Desde allí, el Govern ha presentado un informe de 68 páginas en las que se detalla las actuaciones del Estado para impedir el referéndum, los 712 alcaldes investigados por la Fiscalía por haber dado cobertura a la votación, el cierre de webs habilitadas por la Generalitat, los sucesos del 20 de septiembre de 2017 que después motivaron el encarcelamiento de Jordi Sànchez y Jordi Cuixart y los "daños físicos" y "materiales" por las cargas policiales.

"Entre los días 1 y 4 de octubre fueron atendidos 1.066 ciudadanos por diversos motivos, como traumatismo craneoencefálico, fractura, policontusión, contusión, herida, crisis de angustia o ansiedad, arritmia, lipotimia, entre otros", señala el documento. En concreto, 991 ciudadanos fueron atendidos y diagnosticados el mismo 1 de octubre "como consecuencia de las cargas de los cuerpos policiales del Estado", de los cuales 214 recibieron atención del Servicio de Emergencias Médicas (SEM) y 777 acabaron pasando por centros sanitarios, según datos de CatSalut recogidos en el informe.

Los diagnósticos médicos "más graves" fueron un caso de "infarto agudo de miocardio" atendido en el Hospital de Vall d'Hebron, una "fractura del suelo orbitario y maxilar superior derecho con afectación del globo ocular" en el Hospital de Sant Pau, un "traumatismo craneoencefálico y abdominal con crisis hipertensiva" en el Hospital Plató, un "traumatismo craneoencefálico con pérdida de consciencia" en el Hospital de Santa Caterina, en Salt (Girona), y un caso de "traumatismo de hombro derecho y traumatismo de trapecio derecho" en el Hospital de Sant Pau. Según el informe del Govern, entre los atendidos el 1-O hubo dos menores de 11 años -uno por contusión lumbar y otro por lipotimia- y 23 personas mayores de 79 años.

Al mismo tiempo, "fueron atendidos 12 agentes de los cuerpos y fuerzas de seguridad", de los cuales nueve eran agentes de la Policía Nacional, dos de la Guardia Civil y uno de los Mossos d'Esquadra.

En cuanto a los "daños materiales" por la actuación policial para requisar urnas, el informe habla de desperfectos de diversa consideración -como rotura de cerrojos, puertas, cristales y persianas o afectaciones en el cuadro de luz- en 64 centros educativos de Cataluña, un centro de atención primaria en Sant Andreu de la Barca (Barcelona), un casal cívico en Tarragona y otro equipamiento en Lleida.

El informe dedica también un capítulo a los hechos del 20 de septiembre ante la conselleria de Economía y denuncia "diferentes irregularidades" en las actuaciones policiales en diversos departamentos de la Generalitat, ya que "la mayoría de las detenciones se realizaron sin las suficientes garantías legales y en algunos casos, además, de forma innecesariamente brusca y precipitada". El texto llega a estas conclusiones a partir de los informes que hicieron sobre los mismos hechos el Síndic de Greuges y otras entidades especializadas en derechos humanos y justicia.

El documento del Govern también concluye que las concentraciones de ese día, entre ellas las del Departamento de Economía de la Generalitat -por las que Jordi Sànchez y Jordi Cuixart están en prisión preventiva- fueron "espontáneas y de cariz pacífico".