TRIBUNALES CORRUPCIÓN
Rato deberá entrar en prisión al ratificar el Supremo su condena
Cuatro años y medio de cárcel por las ‘tarjetas black’ tras ser desestimado su recurso || Los 63 condenados gastaron más de 12 millones de euros para uso personal
El Tribunal Supremo confirmó ayer una condena de cuatro años y medio de prisión para Rodrigo Rato, exivicepresidente del Gobierno español, militante del Partido Popular y expresidente de Bankia, por el uso de tarjetas opacas al fisco de Caja Madrid. Rato tendrá que ingresar en prisión en un plazo máximo de 10 días a partir de que ayer la Audiencia Nacional emitiera la ejecutoria.
Rato cumplirá condena por un delito continuado de apropiación indebida al participar en la trama que hizo posible la emisión y reparto de tarjetas “opacas” a Hacienda, fuera del circuito legal, entre directivos y consejeros de la entidad. También deberá responder ante la justicia a partir de noviembre por las supuestas irregularidades en la salida a bolsa de Bankia y el origen de su patrimonio. En noviembre, además, está previsto que comience el juicio de la pieza principal de Bankia por la presunta estafa a los inversores.
El expresidente de Bankia, Rodrigo Rato, deberá entrar en prisión en un máximo de diez días a partir de ayer
El caso de las famosas “tarjetas black” causó un gran revuelo cuando se publicaron los gastos que la antigua cúpula de Bankia hizo en asuntos personales como viajes, comidas, ropa y compras en supermercados por una cantidad superior a 12 millones de euros. Ayer se cerró definitivamente el caso con la confirmación, por parte del Supremo, de la condena emitida en febrero de 2017 por la Audiencia Nacional a Rodrigo Rato. Esta instancia también corroboró la participación y condena a otros 63 exdirectivos de la entidad bancaria. Sus penas van de los cuatros meses a los cuatro años y medio de prisión.
El Tribunal Supremo desestimó ayer el recurso de la defensa del expresidente de la entidad y de los otros acusados ante la sentencia. Sin embargo y por paradójico que suene, Rato cree que su condena es proporcionada ya que “se lucró indebidamente y permitió el lucro de los demás”. Otros acusados solo argumentaron que no sabían que lo que hacían era ilegal.
De total de 12 millones de euros defraudados a Hacienda, 2,6 millones corresponden a la presidencia de Rodrigo Rato en Bankia, entre febrero de 2010 y mayo de 2012. El grueso restante del fraude sucedió cuando Miguel Blesa, ya fallecido, dirigía la entidad entre 1996 y 2010, bajo la denominación de Caja Madrid.