Turull alega al juez que cedió bienes a su mujer porque temía por su salud
El exconseller y su esposa han declarado este lunes ante el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya
El exconseller de Presidencia Jordi Turull ha alegado ante el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) que cedió parte de su patrimonio a su esposa meses antes del 1-O porque temía por su salud, no para evitar posibles embargos, ya que por entonces ni siquiera formaba parte del Govern. Según han informado fuentes jurídicas, Turull y su esposa han declarado hoy como investigados ante el magistrado del TSJC Francisco Valls, a raíz de una querella de la Fiscalía que le acusa de haberse desprendido de parte de sus bienes para burlar posibles responsabilidades civiles que pudieran imponérsele por su papel en el proceso independentista.
Turull, diputado de JxCat en el Parlament, ha sido trasladado por los Mossos d'Esquadra desde la cárcel de Lledoners en que está recluido, tras ser procesado por el Supremo por rebelión, hasta la sede del TSJC, en el que ha comparecido sin esposas, custodiado por cinco agentes de la policía catalana y vestido con un traje oscuro, sin corbata.
La Fiscalía acusa a Turull de un delito de insolvencia punible por urdir un "plan preconcebido" para desprenderse de parte de su patrimonio -donando a su esposa la mitad de una vivienda y de los fondos que compartían en una cuenta corriente- con el fin de "eludir el futuro de embargo de sus bienes" por su participación en el proceso independentista y la organización del referéndum del 1-O. En su declaración ante el magistrado Francisco Valls, que instruye el caso, Turull y su mujer han coincidido en argumentar que la cesión no era más que la regularización de una situación real, en la que el exconseller reconocía a su esposa como propietaria de la vivienda que tienen en Parets del Vallès (Barcelona) porque ella había costeado las obras de reforma. Según han expuesto los investigados, el exconseller compró a muy bajo precio una casa de Parets del Vallès que se encontraba en un estado ruinoso y fue su esposa la que se hizo cargo de pagar la reforma de la vivienda, como ha reconocido también hoy ante el TSJC un constructor al que la defensa ha propuesto como testigo.
Para legalizar esa situación, Jordi Turull decidió poner la casa a nombre de su esposa, algo que hacía tiempo que el matrimonio tenía el propósito de hacer, pero que se precipitó cuando se diagnosticaron al exconseller unas apneas muy severas, lo que provocó que llegara a temer por su vida. De hecho, el abogado del matrimonio, Jordi Pina, ha aportado una serie de facturas que asegura que demuestran que era la esposa de Turull quien hacía frente a los pagos de las obras de rehabilitación de la vivienda.
La defensa también ha entregado al TSJC documentación bancaria con el fin de acreditar que la cuenta corriente común cuya titularidad Turull cedió íntegramente a su esposa se nutría exclusivamente de los ingresos de ella, por lo que el exconseller quiso regularizar esa situación al diagnosticársele las apneas.
Los investigados han insistido también en que la donación patrimonial fue acompañada de dos testamentos recíprocos en los que el matrimonio se cedía mutuamente los bienes en caso de defunción.
El exconseller y su esposa han recalcado además ante el tribunal que cuando formalizaron la donación, el 8 de junio de 2017, Turull no formaba parte del Govern ni tenía expectativas de hacerlo, dado que no había ningún indicio de que Neus Munté fuera a cesar como titular del Departamento de Presidencia.
La mujer de Turull ha precisado que éste no supo que iba a ser conseller de la Generalitat hasta la noche del 13 de julio de 2017, víspera de su nombramiento, cuando recibió una llamada del entonces presidente catalán, Carles Puigdemont, proponiéndoselo.
La defensa del exconseller, que ha pedido el archivo de la causa, argumenta además que Turull no pudo cometer un delito de insolvencia punible cuando todavía no se había abierto ninguna causa contra él ni se había fijado la responsabilidad civil por la causa del 1-O, que finalmente el Supremo ha cifrado en poco más de dos millones de euros, ya cubiertos por el conjunto de procesados. El exconseller ha reprochado al fiscal del TSJC, José Joaquín Pérez de Gregorio, que, contrariamente a lo habitual, no le haya interrogado cuando abrió las diligencias por insolvencia punible, antes de presentar la querella. "Si usted me hubiera citado, no habríamos llegado hasta aquí", ha espetado al fiscal Jordi Turull, convencido de que podría haber acreditado documentalmente ante la Fiscalía la justificación de la cesión del patrimonio antes de que la investigación pasara a manos del TSJC.
Según fuentes jurídicas, a lo largo de las declaraciones de esta mañana, el fiscal ha planteado a Turull una única pregunta y ninguna a su esposa ni a los dos testigos citados.
La sala penal del TSJC decidió abrir diligencias a Turull y a su esposa -en este caso como cooperadora necesaria-, a raíz de la querella presentada por la Fiscalía, al entender que el exconseller se desprendió de su patrimonio con el fin de "dificultar o retrasar" posibles embargos que pudieran derivarse de su imputación por el proceso independentista.