La mayoría independentista se rompe en el Parlament y pierde votaciones simbólicas

El independentismo perdió ayer su mayoría en el Parlament después de que la Mesa tumbara, con el apoyo de ERC y del PSC además de la abstención de Cs, la propuesta de JxCat para que sus 4 diputados investigados por rebelión en el Supremo delegaran el voto tal y como lo habían venido haciendo antes de que el magistrado Pablo Llarena les procesara y suspendiera de sus funciones. Así las cosas, y tras el informe que redactaron el lunes los letrados y que se oponía a la fórmula de los juntistas, el presidente del Parlament, Roger Torrent, instó a los representantes de la coalición liderada por Carles Puigdemont a adaptar su propuesta de voto delegado a la resolución de los servicios jurídicos de la Cámara. De lo contrario, como advirtieron los letrados, los votos de los parlamentarios procesados de JxCat “no podrían computarse válidamente”. Así ocurrió, y como consecuencia la mayoría independentista perdió la aprobación de la autodeterminación y la reprobación del rey, dos votaciones simbólicas.

El pasado martes, el Parlament dio luz verde a una resolución que se oponía a la suspensión de los diputados dictada por Llarena pero instaba a los afectados a delegar sus funciones de forma voluntaria en otro compañero de grupo. De este modo, el mismo día, el vicepresident cesado, Oriol Junqueras, y el conseller destituido de Exteriores, Raül Romeva, presentaron un escrito depositando en el republicano Sergi Sabrià sus atribuciones como parlamentarios hasta resolver su situación procesal. Sin embargo, Carles Puigdemont, Jordi Sànchez, Jordi Turull y Josep Rull apostaron por mantener el sistema de voto delegado anterior al auto de procesamiento. El quinto en discordia, el republicano Toni Comín renunció a delegar su voto en mayo. Con todo, tras el choque de las dos principales formaciones independentistas en la Mesa, Junqueras, desde la cárcel de Lledoners, en la que recibió el lunes al presidente de la CEOE, Juan Rosell, y al líder de la UGT, Josep Maria Àlvarez, instó a “preservar” la mayoría independentista y a no “poner en riesgo la gesta del 21D”. La portavoz de ERC, Anna Caula, pidió a todos los partidos “rigor y honestidad” para proteger las mayorías y los derechos de presos y de exiliados. Por su parte, la diputada de JxCat Gemma Geis reconoció la necesidad de hacer “autocrítica” pero sin olvidar la raíz del asunto que, a su juicio, es la “represión” aplicada por Llarena sobre el Parlament. En cambio, en un comunicado, la CUP acusó a JxCat y a ERC de perder la mayoría en la Cámara por “intereses electoralistas”.

El Parlament no ratifica la autodeterminación ni reprueba al rey, pero insta a negociar un referéndum

Así las cosas, la Cámara rechazó ratificar las disposiciones aprobadas hasta el momento por los parlamentarios en relación con el derecho a la autodeterminación. Tras tres votaciones en las que los 65 votos favorables de juntistas, republicanos y cupaires empataron con los 65 de Ciudadanos, PSC, Catalunya en Comú y PP, esta propuesta de resolución quedó rehusada. Igualmente, el voto contrario de los comunes, que conllevó otro empate a 65, evitó que el Parlament reprobara “la actuación de Felipe VI y en particular su posicionamiento contra las instituciones catalanas y sus representantes legítimos en su discurso del día 3 de octubre de 2017”.

Por el contrario, el apoyo de la formación encabezada por Jéssica Albiach permitió a los independentistas sacar adelante una resolución por la que la Cámara insta al Govern a negociar un referéndum “acordado, vinculante y reconocido internacionalmente que respete el derecho a decidir” pero sin fijar una fecha límite para el acuerdo.