La gota fría azota Castellón y amenaza las Terres de l'Ebre

La gota fría que azota el Mediterráneo se dejó sentir ayer con especial intensidad en Castellón, sobre todo en la zona comprendida entre las localidades de Peníscola y Torreblanca, donde se cortó a la circulación la carretera N-340 debido a la acumulación de agua. Asimismo, también estuvo cortada la CV-20, que atraviesa de este a oeste la provincia, a la altura del término municipal de Onda, así como la CV-176, único acceso por carretera al pueblo de Cedramán. En Catí, cerca del límite con Catalunya, se recogieron hasta 256 litros por metro cuadrado, acumulando en total 291,4 litros en 48 horas, según datos de Avamet. Aín y Tales, en la Sierra de Espadán, también recogieron 164 y 133 litros respectivamente, lo que provocó el incremento exponencial del caudal del río Anna, que desemboca en Borriana, ciudad en la que una cincuentena de personas fueron desalojadas el jueves y ya han pasado su segunda noche en un polideportivo. También se produjeron desalojos preventivos en Moncofa. Sin embargo, el grueso del temporal descargó sobre Vinaròs, en el límite entre el Baix Maestrat y el Montsià. La ciudad batió el récord estatal de precipitación acumulada en una hora, con 159,2 litros por metro cuadrado. La acumulación de agua provocó el corte del tren entre València y Barcelona. Asimismo, la N-340, nuevamente, quedó cortada a la altura de Vinaròs y entre Alcanar y Amposta. Igualmente, y pese a no lamentar víctimas, numerosos conductores quedaron atrapados en sus vehículos y tuvieron que ser rescatados por los servicios de emergencia. Se prevé que hoy remita el temporal. En otro orden de cosas, el Gobierno declaró zona de emergencia el Llevant de Mallorca por las lluvias torrenciales del 9 de octubre, mientras que 60 personas tuvieron que ser rescatadas en Pollença por nuevas precipitaciones.