PANORAMA
Sánchez sugiere que el 1-O no hubo rebelión y rompe con el PP
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, recordó ayer en el Congreso que “en 1994, el señor Trillo, entonces diputado, hizo una propuesta de modificación en la que decía que el delito de rebelión, que es inherente a un supuesto golpe de Estado, se tiene que dar por militares o por civiles armados a la orden de militares”, en lo que se interpretó como una señal a los partidos independentistas y la fiscalía sobre un posible cambio de criterio sobre el 1-0. Precisamente, el debate sobre este aspecto llevó anoche a que el gobierno diera por rotas las relaciones con el presidente del PP, Pablo Casado, al considerar que “ha perdido el respeto institucional”. Casado acusó a Sánchez desde la tribuna del Congreso de los Diputados de ser “partícipe y responsable” del golpe de Estado que, a juicio del ‘popular’, se está perpetrando en Catalunya. “¿No se da cuenta de que es responsable del golpe de Estado que se perpetra en España?”, preguntó Casado a Sánchez, a la vez que le recordó que “está sentado en el banco azul del Gobierno gracias a los votos de los independentistas” Acto seguido, Sánchez amagó con romper las relaciones con Casado. “¿Mantiene esas palabras sí o no? Si las mantiene, usted y yo no tenemos nada más de qué hablar”. No obstante, Casado, lejos de dar marcha atrás, acusó al presidente del Gobierno de ir de víctima. “No se ponga tan digno ni se sienta tan ofendido”, le dijo el líder de los populares, que le señaló por “no hacer nada” ante la actitud de los independentistas. Con todo, el tono del debate aumentó cuando el portavoz de ERC en el Congreso, Joan Tardà, afirmó que si Casado pudiera “fusilaría” al independentismo. Al hilo de esto, el número 1 del PP le respondió que, cuando advirtió a Carles Puigdemont que podía acabar como Lluís Companys, se refería a ir a la cárcel y no a acabar ante un pelotón de fusilamiento. Todo ello, mientras el Senado aprobaba, con los votos del PP y Ciudadanos, una iniciativa en la que instaba a La Moncloa a poner en marcha un nuevo 155 en Catalunya. Mientras tanto, los socialistas en la Cámara alta se desmarcaron del texto al considerar que nada justifica una nueva intervención de la Generalitat. Por otro lado, Sánchez justificó ayer “por dignidad” la retirada del estatus diplomático al representante de Flandes en España.