ATENTADO TRAGEDIA
El ataque a una sinagoga en EEUU se salda con 8 muertos
El autor de la matanza, detenido, gritó “todos los judíos deben morir” || Trump reivindica la pena de muerte para estos casos
Un hombre, identificado como Robert Bowers, de unos 40 años y antisemita declarado, acabó ayer con la vida de 8 personas y dejó heridas a otras 12 tras irrumpir en una sinagoga de Pittsburg, en los Estados Unidos, y abrir fuego contra los fieles que celebraban la ceremonia del Shabat. Los hechos tuvieron lugar poco después de las 9:30 de la mañana en El Árbol de la Vida, un centro religioso judío situado entre las avenidas Shady y Wilkins de la ciudad de Pensilvania. El atacante entró en la sinagoga al grito de “todos los judíos deben morir” y empezó a disparar contra la multitud con el fusil de asalto que portaba, un AR-15. Además, también llevaba consigo varias pistolas. Después, el tirador se atrincheró en el interior de la sinagoga y abrió fuego contra los primeros agentes de Policía que llegaron. Al menos tres de ellos se cuentan entre los heridos. Tras un intercambio de disparos, el atacante también fue alcanzado y acabó por entregarse. Una vez detenido, los agentes entraron en el interior de la sinagoga buscando explosivos, pero descartaron que los hubiera.
El director de de Seguridad Pública de Pittsburg, Wendell Hissrich, explicó que “el interior de la sinagoga es una de las peores escenas de un crimen que he visto, eso y he estado en algunas horribles”. Mientras tanto, el presidente estadounidense, Donald Trump, aprovechó la ocasión para reivindicar la pena de muerte para casos como este. “Deberíamos trabajar en reforzar las leyes relacionadas con la pena de muerte porque hay tantos incidentes en iglesias que los agresores deberían pagar con el castigo más grave”, señaló. Por su parte, el presidente de Israel, Reuvén Rivlin, expresó sus condolencias y condenó el “horrible suceso”.
Un paquete bomba póstumo tras su detención El FBI interceptó en la madrugada de ayer otro paquete bomba que iba dirigido al millonario Tom Steyer, horas después del arresto del presunto autor de los envíos, Cesar Altieri Sayoc, seguidor de Trump. La detención fue posible gracias a una huella dactilar suya en uno de los envoltorios de los artefactos.