Marchena renuncia a presidir el CGPJ y estará en el tribunal que juzgue a la cúpula del 1-O

El magistrado del Tribunal Supremo Manuel Marchena renunció ayer a presidir el Consejo General del Poder Judicial. La decisión se produjo después de que se filtraran unos mensajes de Whatsapp del portavoz popular en el Senado, Ignacio Cosidó, en los que calificaba su nombramiento de “jugada maestra” y se felicitaba porque, gracias al acuerdo con el PSOE para renovar el órgano de gobierno de la judicatura, los populares se aseguraban el control “por detrás” del tribunal que juzgará el 1-O y de la Sala 61 del Supremo, competente para ilegalizar partidos políticos. Tras conocerse la renuncia, el vicesecretario de Organización del PP, Javier Maroto, anunció que daba por roto el acuerdo con los socialistas para renovar el CGPJ. Asimismo, culpó a la ministra de Justicia, Dolores Delgado, de la filtración de los mensajes de Cosidó y advirtió de que no negociará el nombramiento de los nuevos miembros de este órgano mientras ésta siga ocupando su cartera ministerial. Por su parte, el líder del PP, Pablo Casado, defendió cambiar el sistema de elección del CGPJ y explicó que los populares han dado por roto el acuerdo por “dignidad y coherencia” con su proyecto. Por el contrario, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, lamentó la renuncia de Marchena, aunque se mostró comprensivo con la misma porque “se puso en cuestión su imparcialidad”. Asimismo, acusó a Cosidó de dañar el crédito del Poder Judicial, exigió su dimisión e invitó al PP a volver a la mesa de negociación. La ministra de Defensa, Margarita Robles, por su parte, admitió que “quizás no fue adecuado” decir el nombre de Marchena antes de la votación. Desde Podemos, su número 1, Pablo Iglesias, achacó el paso atrás de Marchena a la “torpeza” de Cosidó, mientras que el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, calificó la situación de “vergonzosa” y de “espéctaculo”, y también pidió una nueva fórmula de elección del órgano. Así las cosas, Marchena seguirá en la Sala de lo Penal del Supremo, que juzgará a los líderes del procés, y mientras los partidos no se pongan de acuerdo en los nombres de los miembros del nuevo CGPJ, seguirán los actuales en funciones.

Jueces progresistas, a favor de retrasar el juicio del 1-O por el daño a la imagen del Supremo

BARCELONA

Las defensas del vicepresident cesado Oriol Junqueras, de los consellers destituidos Raül Romeva, Jordi Turull y Josep Rull, del expresidente de la ANC y diputado de JxCat, Jordi Sànchez, y del líder de Òmnium, Jordi Cuixart, presentaron ayer sendos escritos de recusación contra el magistrado del Tribunal Supremo Manuel Marchena que, tras renunciar a encabezar el Poder Judicial, tal y como estaba previsto desde un principio, preside el tribunal que juzgará el referéndum del 1-O. Entre los argumentos esgrimidos por los abog de los independentistas figuran la pérdida de imparcialidad de Marchena a raíz del “pacto político” entre populares y socialistas para ponerle al frente del gobierno de los jueces o que, tras los mensajes de Cosidó, ha quedado “acreditado” que el juicio del procés no tendrá “ninguna” garantía. En la misma línea, el portavoz de JxCat, Eduard Pujol, subrayó que esta polémica deja al descubierto “el 155 judicial” contra Catalunya, mientras que la diputada de ERC Anna Caula defendió que Marchena no puede seguir “ni un minuto más” al frente del tribunal del 1-O.

Por su parte, el portavoz de la asociación Jueces y Juezas para la Democracia, Ignacio González Vera, pidió aplazar el juicio del procés en el Supremo porque se ha perdido la imagen de “imparcialidad” que debe tener el tribunal.