INFRAESTRUCTURAS REIVINDICACIÓN
El Govern exige reabrir el traspaso de Rodalies tras el accidente mortal
Calvet reclama la revisión y mejora del acuerdo firmado hace 9 años || Ve “oportunista” que Ábalos vincule la inversión a que se aprueben los Presupuestos
Viajeros esperando a hacer trasbordo en autocar tras bajar del tren en la estación de Calaf.
La Generalitat reclamará al ministerio de Fomento reabrir el traspaso de la gestión de Cercanías de Barcelona a Catalunya firmado en 2009, según anunció Damià Calvet, conseller de Territorio. Sus declaraciones llegan un día después del accidente mortal de un tren de la línea R-4 en Vacarisses. Tras el desprendimiento de tierra y rocas que provocó el siniestro, este tramo de vía que recorren también los trenes de la línea Lleida-Manresa-Barcelona (R-12) ha quedado cortado sine die y los viajeros hacen trasbordo en buses entre Calaf y Terrassa.
Calvet defendió un nuevo traspaso que incorpore nuevas condiciones, visto el balance negativo de la última década. Añadió que la experiencia ha constatado que el traspaso era “incompleto e incumplido” por parte de Fomento, que ha abandonado el plan de inversiones que la acompañaba, de 4.000 millones de euros, de los que sólo se ha ejecutado el 13%.
Comunicará el miércoles a responsables de Fomento la preocupación del territorio por esta línea
Calvet apuntó que hay que esperar el resultado de la investigación para dilucidar los motivos del siniestro en Vacarisses, pero dijo que tras visitar la zona, “se pudo evidenciar que el desprendimiento fue sin duda por falta de inversión en el mantenimiento”. Asimismo, consideró “oportunistas y desafortunadas” las declaraciones del ministro de Fomento, José Luis Ábalos, que el martes dijo que para hacer inversiones en la línea necesitan apoyo a los Presupuestos Generales del Estado.
Vecinos, ediles y personal de los ayuntamientos de Vacarisses y Castellbel i el Vilar guardaron un minuto de silencio por el accidente ferroviario.
Retrasos y desconcierto en el trasbordo de Calaf El trasbordo en autocares entre Calaf y Terrassa mientras está cerrado el tramo afectado por el desprendimiento en Vacarisses provocó ayer retrasos que a mediodía superaron las dos horas y quejas de los usuarios del tren que une Lleida, Manresa y Barcelona (R-12). Por la tarde, el tren hacia la capital catalana llegó puntual a Calaf a las 17.23. Sin embargo, al salir del tren, la veintena de viajeros no sabían a dónde ir. Ningún cartel indicaba que el autocar esperaba en la calle de Santa Calamanda. Dos empleados de Renfe les acompañaron hasta allí y, tras más de diez minutos de conversación con el conductor para verificar el transporte, empezaron a subir al vehículo. Por su parte, el alcalde de Cervera, Ramon Royes, se trasladará el miércoles a Madrid para reunirse con el secretario de Fomento, Pedro Saura, y comunicarle la preocupación del territorio por la “poca utilidad de la línea de tren” debido a su deterioro. “Nadie quiere invertir casi 3 horas para ir a Barcelona”, dijo. Para el alcalde de Sant Guim Francesc Lluc, los horarios “no son prácticos para nadie”. En el mismo sentido que Royes, Lluc afirma también que la lentitud del tren hace que la gente lo descarte como sistema de transporte.
