El Supremo descarta apartar del tribunal del 1-O al juez Marchena

La Sala 61 del Tribunal Supremo descartó ayer, por unanimidad, apartar al magistrado Manuel Marchena de la presidencia del tribunal que juzgará a la cúpula independentistas por el 1-O. De esta manera, rechazó la recusación planteada por las defensas de los procesados, que habían acusado a Marchena de parcialidad después de que el Partido Popular lo hubiera propuesto para ocupar la presidencia del Consejo General del Poder Judicial, a lo que él mismo renunció tras los polémicos Whatsapps del portavoz del PP en el Senado, Ignacio Cosidó, que aseguró a sus compañeros de grupo en la Cámara alta que la formación liderada por Pablo Casado controlaría a los jueces del 1-O “desde detrás”. Igualmente, esta misma Sala rechazó el resto de recusaciones planteadas contra los demás miembros del tribunal.

En paralelo, el ministerio de Justicia designó a la hasta ahora secretaria general de Adif, Rosa María Seoane, como nueva jefa de la sección penal de la Abogacía del Estado. Seoane sustituye a Edmundo Val, que fue apartado por el Gobierno central después de que insistiera en acusar de rebelión a los líderes del procés. Finalmente, la Abogacía del Estado les imputó sedición y malversación.

Madrid elige a la secretaria general de Adif para que dirija a la Abogacía del Estado en el juicio del 1-O

El CDR exiliado Adrià Carrasco boicoteó ayer un acto de SCC en Bruselas al que fue el ministro Borrell

Mientras tanto, el Constitucional no examinará los recursos del diputado de JxCat y exlíder de la ANC Jordi Sànchez, del vicepresident cesado, Oriol Junqueras, y del presidente de Òmnium, Jordi Cuixart, contra su encarcelamiento provisional hasta el primer pleno de enero, cuando ya hará más de un mes que Sànchez esté en huelga de hambre. Por contra, los recursos de la expresidenta del Parlament Carme Forcadell y las exdiputadas de la CUP Anna Gabriel y Mireia Boya serán abordados en la reunión de la semana que viene. Aparte, también quedan pendientes recursos planteados por los consellers destituidos Jordi Turull, Josep Rull y Joaquim Forn, todos ellos en huelga de hambre. Turull explicó ayer que creía que la abstinencia de ingerir alimentos sería “peor”. “Estoy como flotando”, manifestó. Además, afeó al ex de Unió y diputado de Units per Avançar Ramon Espadaler que no le haya visitado en la cárcel. “¿Le importa más la política que la humanidad?”, se preguntó Turull. Espadaler respondió que “sigue” predispuesto a ir a visitarle. En paralelo, la consellera cesada de Trabajo, Dolors Bassa, encarcelada en Puig de les Basses, descartó sumarse a la huelga de hambre aunque animó a sus compañeros. Por su parte, el president, Quim Torra, insistió en su apoyo a los presos en huelga de hambre, mientras que la consellera de Justicia, la leridana Ester Capella, subrayó que están ejerciendo “su derecho a protestar”.

Entretanto, el CDR Adrià Carrasco irrumpió en Bruselas en un acto de Societat Civil Catalana con el ministro Josep Borrell al grito de “la Constitución es una farsa”. La Policía belga le esposó y trasladó a comisaría.