A cuatro décadas del consenso

El Congreso de los Diputados fue ayer el escenario principal de la conmemoración del cuarenta aniversario de la Constitución. La cúpula de los Poderes del Estado se congregó en la Cámara baja para rendir homenaje al texto que, en palabras de Felipe VI, representa “el gran pacto nacional por la convivencia”. El monarca, que volvió a coincidir en el hemiciclo con su padre y predecesor, el emérito Juan Carlos I, envuelto últimamente en la polémica por su relación con la aristócrata alemana Corinna zu Sayn-Wittgenstein, destacó precisamente el papel “determinante” de su progenitor para impulsar la democracia en España. El jefe del Estado subrayó que la monarquía “es símbolo de la unidad y de la permanencia del Estado”, a la vez que hizo hincapié en que está “indisolublemente unida a la democracia y a la libertad”. Desde la butaca de la presidencia del Congreso, acompañado por la reina Letizia, la princesa de Asturias, Leonor, y la infanta Sofía, y frente a Juan Carlos I y Sofía, que se colocaron en el lugar que ocupan los taquígrafos en la sesiones parlamentarias, en compañía de los cuatro expresidentes del Ejecutivo central y de los tres padres de la Constitución vivos, Felipe VI reivindicó la plena vigencia de los valores constitucionales de reconciliación, entendimiento e integración.

Un largo aplauso acompañado de vivas al Rey y a España puso fin a su alocución, seguida desde sus escaños por los parlamentarios que abarrotaban el hemiciclo. No obstante, entre ellos no estaban los representantes del PDeCAT, ERC, En Comú, PNV, Bildu y Compromís, que declinaron asistir al acto. Los parlamentarios de Unidos Podemos, por su parte, no aplaudieron al monarca, incluso tildaron de “vergonzosa” la ovación a Juan Carlos I que se produjo durante el discurso de su hijo. En la tribuna de invitados también faltaban algunos presidentes, como el de la Generalitat, Quim Torra, o el de Euskadi, el lehendakari Íñigo Urkullu. Sólo 11 asistieron ayer al Congreso.

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La otra voz que se escuchó en la Cámara baja fue la de su presidenta, Ana Pastor, que llamó a todos los españoles a renovar el “gran pacto constitucional”, aunque añadió que no puede ser reformada “con menos acuerdo del que la creó”. En esta línea, insistió el presidente del Gobierno central, Pedro Sánchez, que manifestó que la reforma del texto constitucional contribuiría a reforzarlo. De hecho, su número 2 en el PSOE, Adriana Lastra, subrayó que su formación es la única que tiene una propuesta para reformarla. No obstante, el líder de los populares, Pablo Casado, cerró la puerta a esta posibilidad y avisó de que el PP bloqueará cualquier reforma constitucional que se emprenda ahora. En este sentido, el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, también indicó que “hoy no se produce un consenso como el del 78” para cambiar la Constitución. Mientras tanto, el número 1 de Podemos, Pablo Iglesias, urgió a “modernizar” la Carta magna. Además, reivindicó que una república sería la solución a los desafíos que enfrenta ahora España.