CRIMEN MATANZA DE ATOCHA
García Juliá usaba un nombre falso y trabajaba de conductor para Uber
La fuga de Carlos García Juliá, uno de los condenados por la matanza en un bufete de abogados laboralistas de Atocha en 1977, acabó en la ciudad brasileña de Sao Paulo el miércoles, según explicó la Policía brasileña ayer. García Juliá había entrado en Brasil, procedente de Venezuela, en 2001 y se hacía llamar Genaro Antonio Materan Flores, de nacionalidad venezolana. Tal y como explicó el detenido a las autoridades brasileñas, en la actualidad era conductor de Uber. Fuentes de la Fiscalía manifestaron ayer que, a pesar de estar fugado desde 1994, la condena de García Juliá todavía no ha prescrito porque no han pasado 30 años. De este modo, según el cómputo de la Audiencia Nacional, le restan por cumplir 10 años y medio de prisión. Cuando sea extraditado a España, le será difícil obtener beneficios penitenciarios por el riesgo de fuga.