Condenan al exalcalde de Sabadell a 3 años de cárcel por quitar multas

La Audiencia de Barcelona condenó ayer a 3 años de prisión y a 16 años de inhabilitación al exalcalde de Sabadell Manuel Bustos por haber ordenado a la Policía Local la retirada de multas a miembros de su familia mientras ocupaba el cargo de primer edil. Según los hechos probados que recoge la sentencia, Bustos, del PSC, intercedió en 2012 para que fueran retiradas varias sanciones de tráfico que se le habían impuesto a su esposa y a sus hijos. Por ello, los magistrados le han atribuido dos delitos de tráfico de influencias. No obstante, le han absuelto de un delito de inducción a la prevaricación. La resolución, que resuelve unos hechos enmarcados en la pieza separada 30 del caso Mercurio, también obliga a Bustos a pagar una multa de 800 euros. Además, tendrá que abonarle 400 euros al ayuntamiento de Sabadell, de forma solidaria con el exjefe de la Policía Local, Josep Miquel Duran, condenado por un delito de tráfico de influencias a 15 meses y un día de prisión, a 7 años y medio de inhabilitación para cargo público y a 301 euros de multa. Además, la sentencia también condenó a Duran a 3 años y medio de inhabilitación por un delito de prevaricación administrativa. En la resolución, los magistrados señalaron que el exjefe policial “sabiendo que podía hacerlo y como superior de todos los policías locales, influyó en otro funcionario para que procediese a anular la multa”. Por otro lado, el excoordinador del área de Espacio Público del ayuntamiento de Sabadell Xavier Izquierdo fue absuelto.

Sobre Bustos, que todavía puede recurrir el fallo ante el Tribunal Supremo, pesa otra condena de 2015 a un año y cuatro meses cárcel por “enchufar” a un cargo.

El exconseller Carnes gastó 90.000 euros sin “motivación” Jordi William Carnes, que fue conseller de Agricultura durante el Govern del tripartito, gastó 89.609 euros de una tarjeta de la dirección general de Turismo de Barcelona sin ninguna “motivación”, según avanzó ayer el periódico Nació Digital. De esta cifra, un total de 9.949 euros “carecían de justificación”. Estos son los números que revela un informe de la auditoría interna que encargó el ayuntamiento de Barcelona para fiscalizar las cuentas del organismo dependiente del consistorio de la capital catalana. De hecho, Carnes renunció a su puesto de director general de Turismo de Barcelona cuando un informe anterior apuntó a que existían gastos sin motivar durante los tres años y medio en los que ocupó el cargo. Algunos de los gastos que la auditoría pone en duda son una comida por 1.200 euros en Dubai el 30 de enero del año pasado, o una factura de 1.200 euros de un restaurante londinense el 14 de marzo de 2016. “No hubo ningún uso extraño de la tarjeta”, defendió ayer Carnes, a la vez que insiste en que “nunca la utilizó de manera irregular o indebida”.