La mujer, la gran víctima

La violencia de género es la lacra que se ha cobrado la vida de 971 mujeres de 2003 a octubre de 2018 en el Estado. En este mismo periodo, 150 mujeres fueron asesinadas a manos de sus exparejas o parejas en Catalunya, y en Lleida, diez. Estos datos demuestran que, pese al leve descenso de asesinatos registrados en 2018 (47 en total), las muertes por violencia machista y los casos de maltrato siguen necesitando de medidas vigentes para atajarlos. Además, muchas mujeres que ni denuncian su situación. De hecho, el exdelegado del Gobierno para la Violencia de Género Miguel Lorente advierte que “solo entre un 20 y 25%” de las mujeres maltratadas presentan denuncia. Se remite a los datos del CIS, que indican que en España cada año 600.000 mujeres son víctimas de esta lacra y la media del número de denuncias en los últimos diez años ronda los 130.000. Los datos concretos de tribunales tampoco dejan lugar a dudas. En 2018 se abrieron 43.560 causas por violencia machista, de las que 1.992 fueron presentadas por terceros, es decir, por familiares o allegados de las víctimas. Pero, de las 47 mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas en 2018, solo 14 presentaron denuncia.

Hasta ahora, ningún partido político parecía discutir esta realidad. No obstante, Vox, el ultra liderado por Santiago Abascal, sale a la palestra para exigir la derogación de la Ley de Violencia de Género y la “persecución efectiva de denuncias falsas”. Según Abascal, muchas de las causas abiertas en los tribunales son falsas, algo que tilda de “injusto”. Los expertos se han visto obligados a rectificar estos argumentos con cifras. Según la memoria de la Fiscalía General del Estado, en 2017 se interpusieron 166.260 denuncias por violencia de género, de las que 23 se consideraron falsas.

Las comarcas de Ponent registran diez víctimas mortales por violencia de género desde 2003

Hasta 2004, los crímenes machistas no tenían una ley propia y se incluían en violencia doméstica

De las 48 sentencias dictadas en 2016, 38 suponían el asesinato de una mujer y 10 el de un hombre. Esto contradice la afirmación de Vox sobre la inexistencia de datos oficiales de hombres asesinados. El documento del Poder Judicial afirma que nadie habla de que los varones no sean víctimas de esta violencia, ni que una mano femenina sea siempre inocente. Lo que sí defiende es que las mujeres siguen siendo las tristes protagonistas de esta lacra social. La coordinadora de Género de Juezas y Jueces para la Democracia, Esther Erice, asegura que la legislación no quiere ir contra los varones ni va a dejarlos desamparados, algo que apuntan los ultras. La ley pone en relieve la situación de “desigualdad” de las mujeres y el “modelo relacional agresivo” contra ellas. Para Erice, lo importante no es apoyar una u otra ideología, sino fijarse en las cifras oficiales que dan luz a la realidad que viven muchas mujeres y a sus necesidades.

Los ultras de Vox buscan dejar esta distinción legislativa y volver al panorama de 2004. Es decir, a incluir los homicidios machistas en violencia doméstica.

Además, el líder del PP, Pablo Casado, utilizó recientemente estos conceptos como sinónimos, dando concesiones a los ultras, insistiendo en el término “doméstica” y argumentando que no es posible diferenciar si las víctimas son masculinas o femeninas. Esta confusión no es arbitraria, sino “ideológica, según el exdelegado del Gobierno para la violencia de género Miguel Lorente. Los partidos neoconservadores insisten en “combatir la ideología de género”, algo inexistente, según Lorente, y cuyo único objetivo es “atacar las igualdades conseguidas por las mujeres”.

La ley actual sí reconoce los homicidios machistas Antes de tener legislación propia, la violencia de género se incluía en los casos de violencia doméstica. Esto implicaba que muchos de los homicidios de mujeres en parejas sin convivencia (novios o exparejas) no se contabilizaran. No obstante, desde 2004 la violencia de género fue distinguida de la doméstica con una nueva legislación, ofreciendo más garantías a sus víctimas y más punidad a los agresores. Actualmente, la violencia doméstica es la que tiene lugar en el núcleo del hogar, puede ejercerse contra hombres, mujeres y cualquier familiar que conviva en el domicilio, y está perseguida por el Código Penal.