CONFLICTO PRESUPUESTOS
Trump bate el récord del 'shutdown' parcial más largo
Dura ya 23 días y afecta a 800.000 funcionarios federales || Enfrían la posibilidad de decretar el estado de emergencia
El actual cierre parcial de la administración federal estadounidense es ya el más largo de la historia del país. De esta manera, en su día número 23, este shutdown ha superado el anterior récord, que se situaba en 21 jornadas, entre 1995 y 1996, durante el mandato del presidente demócrata Bill Clinton. A pesar de que hay 800.000 funcionarios sin sueldo y que el país ha perdido ya 3.600 millones de dólares, el mandatario estadounidense, Donald Trump, no da su brazo a torcer y continúa empecinado en obtener del Congreso los fondos necesarios para construir el muro fronterizo con México. A este respecto, Trump avisó ayer de que la situación en la frontera “es mucho peor” de lo que se piensa. “La barrera de hierro, o el muro, deberían haber sido construidos hace tiempo por las administraciones previas. Nunca lo hicieron. Yo lo haré. Sin ella, nuestro país no puede estar seguro”, afirmó. Asimismo, calificó la entrada de migrantes latinoamericanos por la frontera sur del país como “invasión”.
No obstante, el inquilino de La Casa Blanca enfrió la posibilidad de decretar una emergencia nacional a fin de poder hacerse con los fondos necesarios para levantar el muro sin pasar por el Congreso. En este sentido, el propio Trump reconoció que, si adoptaba esta decisión, la Justicia la podría revocar. “Si declaro una emergencia nacional, me demandarán y el caso será llevado al Tribunal de Apelaciones del Noveno Circuito y seguramente perdamos”, admitió. Por ello, explicó que “lo que no estamos buscando hacer ahora mismo es declarar una emergencia nacional”. Aun así, Trump reiteró que “si las negociaciones no llegaran a buen puerto, probablemente declararía la emergencia, casi seguro que lo haría, porque tengo todo el derecho a declarar la emergencia nacional”.
El FBI investigó a Trump por si estaba a las órdenes de Moscú El FBI investigó al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en 2017 para determinar si estaba a las órdenes del Kremlin, según adelantó ayer el New York Times. La investigación contra el mandatario se abrió en mayo de aquel año, después de que despidiera al entonces director de la organización, James Comey. Después de conocerse la noticia, el propio Trump arremetió contra los agentes federales y reivindicó su posición “dura” frente a Rusia. “He sido más duro con Rusia que los expresidentes Obama, Bush o Clinton. Tal vez más duro que ningún otro presidente”, subrayó.