La brigada minera ya está buscando a Julen tras los múltiples retrasos

Después de varios retrasos en anteriores jornadas por problemas en la apertura del túnel vertical, finalmente ayer por la tarde la Brigada de Salvamento Minero comenzó a descender para excavar una galería y llegar hasta Julen, el niño de 2 años que cayó a un pozo el 13 de enero en Totalán (Málaga). En torno a las 17:49 horas comenzó el descenso de los mineros y su tarea necesita de unas 24 horas, aunque todo dependerá del tipo de material con el que se encuentren.

Los mineros desplazados desde Asturias excavarán de forma manual una galería horizontal de cuatro metros de longitud para conectar el túnel a una profundidad de 72 metros con el pozo donde se cree que cayó el menor. Bajarán por el túnel vertical de dos en dos, permanecerán haciendo los trabajos unos 30 ó 35 minutos, tras lo que serán relevados por dos compañeros y así sucesivamente para alcanzar el objetivo deseado. Bajan en una cápsula construida expresamente para el rescate, dotada de un rodamiento para evitar fricciones con el tubo.

Un total de veintiséis personas, de los que ocho son de la Brigada de Salvamento Minero, diez guardias civiles -ocho especialistas de montaña y dos de actividades subacuáticas- y ocho bomberos del Consorcio Provincial, participan en la operación. Los trabajos de esta brigada arrancaron ayer después de que concluyera el acondicionamiento de la plataforma desde la que se accede al túnel vertical, y una vez que de madrugada concluyó el proceso de entubado de este túnel.

“Ningún minero se queda en la mina, y Julen en estos momentos es un minero”, ése es el espíritu de la brigada, según el delegado del Colegio de Ingenieros de Minas del Sur en Málaga, Juan López-Escobar. Los operarios consideran la jornada de ayer “como un día más en la mina, con la ilusión de sacar a un niño”. “Pase lo que pase, siempre sacan a un minero”, dijo López-Escobar en referencia a esta brigada con más de cien años de historia. Mientras, en Totalán se había convocado una vigilia “para que Dios obre ese milagro y le dé fuerzas a los mineros, a Julen y a sus padres”, anunció Juan José Cortés, padre de Mari Luz, la niña asesinada en Huelva en 2008.