El traslado de los presos a Madrid, preludio del juicio para la historia en el Supremo

El operativo que ayer trasladó a los nueve líderes independentistas encarcelados desde los centros penitenciarios de Lledoners, Puig de les Basses y Mas d’Enric a las prisiones madrileñas de Soto del Real y Alcalá-Meco fue el preludio de un juicio de alto voltaje emocional que, finalmente, dará comienzo el 12 de febrero, como ya publicó ayer SEGRE y confirmó el Tribunal Supremo. Numerosas movilizaciones tuvieron lugar durante toda la jornada a lo largo y ancho de la geografía catalana, mientras en Madrid se hacía público el auto de admisión de prueba en el que los magistrados rechazaron algunos de los testimonios propuestos por las partes y aceptaron otros. Así, ni Carles Puigdemont, ni la secretaria general de ERC, Marta Rovira, ni Felipe VI, ni el exdirector general de la Policía y ahora portavoz del PP en el Senado, Ignacio Cosidó, ni los relatores de la ONU testificarán ante los siete magistrados que decidirán la suerte de la cúpula del procés. En cambio, sí que lo harán el expresidente del Gobierno central Mariano Rajoy y su exnúmero 2 en La Moncloa, Soraya Sáenz de Santamaría, al igual que el exministro de Hacienda Cristóbal Montoro, el expresident Artur Mas, el lehendakari, Íñigo Urkullu, el exmajor de los Mossos Josep Lluís Trapero, el president del Parlament, Roger Torrent, los diputados de ERC Joan Tardà y Gabriel Rufián, o la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. Asimismo, también testificarán algunos leridanos como la exdiputada de la CUP Mireia Boya, el senador Miquel Àngel Estradé, la dirigente de la ANC Glòria Segarra o el director de CatSalut, Adrià Comella. Por otra parte, el tribunal decidió no reservar espacio dentro de la Sala de Plenos del Supremo, que acogerá las vistas, para los observadores internacionales. En este sentido, argumentó que podrán seguir las sesiones a través de la televisión. Sin embargo, sí que acordó reservar dos asientos para los familiares de cada acusado. Asimismo, sobre la petición de varios acusados de declarar en catalán, los magistrados permitirán la presencia de dos traductores, aunque no puntualizaron si la traducción será simultánea o consecutiva.

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El traslado de los presos independentistas a Madrid sacó de nuevo al independentismo a las calles de Catalunya en las numerosas movilizaciones que se convocaron a lo largo de la jornada. Aún de madrugada, centenares de personas ya se encontraban en las inmediaciones de las cárceles de Puig de les Basses, Mas d’Enric y Lledoners para mostrar su apoyo a los líderes del procés que, antes de que despuntara el Sol, ya habían iniciado su periplo hacia la cárcel de Brians 2, primera estación en su viaje a Madrid. La primera parte del trayecto transcurrió sin incidentes destacables. No obstante, los Mossos d’Esquadra cargaron contra un grupo de independentistas que trataron de cortar la carretera de la cárcel de Mas d’Enric. En este lugar, una persona fue atendida por el SEM. Asimismo, también hubo algún momento de tensión en Lledoners entre Mossos y manifestantes. Antes, sin embargo, un grupo de desconocidos habían rociado la C-55, que comunica con este centro penitenciario, con aceite y material inflamable a fin de dificultar la salida de los encarcelados. Una vez en Brians 2 los nueve presos, el president de la Generalitat, Quim Torra, acompañado por miembros de su Govern les despidieron antes de que agentes de la Guardia Civil se hicieran cargo de su custodia. A lo largo de su recorrido por Catalunya, numerosas personas les despidieron a medida que pasaban por las carreteras. A media tarde llegaron a las cárceles en las que estarán encerrados, al menos, mientras dure el juicio. Entretanto, al caer la tarde, miles de personas volvieron a manifestarse en toda Catalunya para mostrar su solidaridad con los encarcelados. Miembros de la ANC ocuparon la sede del Parlamento Europeo y de la Comisión Europea en Barcelona, y se quedaron a pasar la noche. Manifestantes convocados por Arran lanzaron pintura contra la Fiscalía Superior de Catalunya y la conselleria de Interior, mientras que medios como la BBC, France Presse o Le Monde informaban al mundo.