Pedro Sánchez decidirá mañana la fecha de las elecciones tras quedarse sin presupuestos

El Congreso confirmó ayer el fracaso de los Presupuestos del Estado de Pedro Sánchez, que mañana reunirá al Consejo de Ministros, momento a partir del cual se espera que desvele cuándo se celebrarán las elecciones generales. Sin cuentas, la legislatura se acorta y ahora falta conocer la fecha, con unos barones del PSOE que no quieren que las generales coincidan con las locales y las autonómicas en un superdomingo el 26 de mayo. La oposición capitaneada por PP y Ciudadanos urge una fecha, mientras que los independentistas catalanes, tras la ruptura de negociaciones con el Ejecutivo central y hacer fracasar los presupuestos, insisten en que podría seguir gobernando y que si pone las urnas es porque confía en ganar los comicios.

El Pleno del Congreso devolvió el proyecto de Presupuestos al prosperar las enmiendas de totalidad presentadas por el PP, Cs, Coalición Canaria, Foro Asturias, Esquerra y el PDeCAT. Juntos sumaron 191 votos, mientras que el PSOE, Unidos Podemos, PNV y Compromís sólo reunieron 158 diputados en contra de derribar las cuentass. El diputado de Nueva Canarias, socio electoral del PSOE, se abstuvo.

La formación morada también cree que Sánchez “no tiene más remedio” que convocar elecciones

El final del debate presupuestario se convirtió de facto en el pistoletazo de salida de una precampaña que se alargará lo que decida Sánchez, el único con potestad para convocar los comicios. Mientras, todo siguen siendo especulaciones y, aunque en los últimos días ha ganado fuerza la posibilidad de unas generales en abril, todas las fechas barajadas presentan problemas. El día 18 se presenta precipitado y el 28 supondría tener que hacer campaña en las vacaciones de Semana Santa. Además del superdomingo existen otras posibilidades, como someterse a una cuestión de confianza.

Con semblante serio y sin hacer valoración alguna ante los medios, Sánchez abandonó el Congreso, tras ver cómo el pleno tumbaba sus presupuestos. Fue su ministra de Hacienda, María Jesús Montero, la encargada de analizar la situación y, una vez más, aseguró que la intención del Ejecutivo es seguir trabajando. “Los ciudadanos deben tomar buena nota, y el Gobierno seguirá trabajando para frenar esta derecha que dice no a la subida del salario mínimo, no al mejor acceso a la vivienda y no a abaratar la factura de la luz”, quiso remarcar.

En el otro lado, la mayoría de los partidos de la oposición sólo plantean una posibilidad, la convocatoria inmediata de elecciones.

El líder del PP, Pablo Casado, considera “inaplazable” la convocatoria electoral y ayer mismo comenzó a lanzar sus mensajes de campaña. Para empezar, recalcó su intención de repetir una alianza como la andaluza y apuesta por formar un “frente común” con Ciudadanos y Vox para hacer frente al separatismo y, dijo, al populismo.

Albert Rivera, desde Ciudadanos, lanzó un día más sus reproches al bipartidismo, pero no quiso sin embargo poner líneas rojas a posibles pactos poselectorales, incluido el PSOE. Pese a todo, repitió, una y otra vez, que “hay que echar a Sánchez de la Moncloa”.

Irene Montero fue la encargada de pedir desde Podemos hasta el final el apoyo a los presupuestos ya derrotados y que la formación morada hace suyos. Con todo, admitió que al presidente socialista “no le queda más remedio” que convocar elecciones. Si Sánchez optase finalmente por no hacerlo, por esperar un tiempo antes de ir a las urnas, en la dirección de Podemos ya han dejado claro que no se lo pondrán fácil y no le aprobarán sin más los decretos que presente. Podemos considera claro que tras la votación de ayer queda rota la mayoría de la moción de censura que llevó a Sánchez a la Moncloa.