Forn niega una “orden política” a los Mossos para permitir el 1-O

El exconseller de Interior Joaquim Forn aseguró ayer en el juicio en el Supremo que ni él ni ningún miembro del Govern dieron una “orden política” a los Mossos d’Esquadra para que “incumplieran” sus funciones de policía judicial y permitieran la celebración del 1-O. Forn, que a diferencia de Oriol Junqueras sí respondió a la acusación, dijo que todos los comisarios de los Mossos lo han acreditado en sus declaraciones judiciales. En esta línea, volvió a distinguir entre su apoyo político al referéndum y su función como titular de Interior. La abogada del Estado le replicó que le parecía “difícil de entender” esta duplicidad.

Forn, que se enfrenta a 16 años de cárcel por rebelión agravada con malversación, capeó una de las cuestiones clave de su acusación -la presunta advertencia de los Mossos al Govern sobre el riesgo de violencia el 1-O en un reunión previa- asegurando que “no plantearon que hubiera un escenario de violencia generalizada” sino que “solo nos manifestaron su preocupación por actos puntuales”.

Además, recalcó que la declaración unilateral de independencia era una “declaración política” que “no se votaba” y que además no se publicó en los boletines oficiales ni del Parlament y de la Generalitat. El exconseller fue preguntado por los últimos días antes de la aplicación del 155 y cómo se precipitaron los acontecimientos que acabaron en la DUI. Primero, fue preguntado por la reunión celebrada la noche del 25 de octubre en el Palau de la Generalitat, donde los miembros del Govern discutieron sobre la conveniencia o no de convocar elecciones. A preguntas del fiscal Fidel Cadena, dijo que él mismo apoyó en esa reunión la convocatoria electoral, “al igual” que el expresident Carles Puigdemont. Según dijo, la intención era evitar la aplicación del 155, pero recalcó que no hubo respuesta por parte del Gobierno de Mariano Rajoy y el PP ya planteaba la suspensión de la autonomía aunque se celebraran los comicios. “Ello llevó a la declaración, no de independencia, sino la que se aprobó”, explicó.

A la pregunta de por qué se llevó la DUI al Parlament el 27 de octubre, el mismo día que se votaba en el Senado la aplicación del 155, Forn recalcó que “se apuró hasta el último momento buscar una salida política a la situación”, sobre todo teniendo en cuenta que había “personalidades” como el lehendakari, Iñigo Urkullu, que estaba ejerciendo de mediador. El día 27, Puigdemont no tomó la palabra en el Parlament, dijo Forn, porque era “un acto parlamentario, no del Govern”. “¿Se hizo algo que hiciese pensar a alguien en la creación de un nuevo Estado?”, preguntó su letrado Xavier Melero, a lo que el exconseller contestó que no, y que sólo hubo “discursos políticos” en las escaleras de la Cámara catalana.

Una vez se aplicó el 155 y el Govern fue cesado, se presentaron sendas querellas en la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo por rebelión, sedición y malversación, y Forn admitió que en el momento en que se enteró estaba en Bruselas -donde estaba Puigdemont-. “Volví conocedor de que tenía una citación en la Audiencia Nacional y porque estoy convencido de que la organización y participación en un referéndum no es ningún tipo de delito y quería venir a explicarme. No tuvimos la oportunidad de hacerlo con tranquilidad porque recibí la citación un día antes y no pudimos preparar las declaraciones”, apuntó.

Durante el interrogatorio hubo varios errores y, por ejemplo, el fiscal le preguntó por una reunión a la que supuestamente habían asistido Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, en una fecha en la que ambos ya estaban en prisión. También habló sobre los incidentes a las puertas de la conselleria de Economía, afirmando que había 7 coches de la Guardia Civil, mientras Forn habló de dos, cuando en realidad fueron tres vehículos. Además, el fiscal acusó a La Crida, cuando esta agrupación ni estaba fundada.