PANORAMA
Romeva dice que el referéndum fue “legal” y la DUI, un texto “político”
Afirma que las únicas armas que hubo en la concentración del 20-S fueron las de la Benemérita || No contesta a las acusaciones por considerarse “preso político”
Después del interrogatorio a Turull, el conseller cesado de Exteriores, Raül Romeva, fue el siguiente en declarar ante al tribunal. En este sentido, a diferencia de su predecesor y siguiendo la línea del vicepresident destituido, Oriol Junqueras, Romeva respondió solamente a las preguntas de la defensa. En cambio, rechazó contestar a las acusaciones al considerarse un “preso político” que acumula 366 días en encarcelamiento preventivo. Romeva defendió que el Govern de Carles Puigdemont nunca pensó que el 1-O fuera ilegal porque había sido eliminado el delito de convocatoria de referendos del Código Penal. Además, explicó que la declaración unilateral de independencia aprobada por el Parlament el 27 de octubre de 2017 era un documento “político” que tenía que servir para continuar negociando con el Estado en cumplimiento de la voluntad popular. “La DUI reiteraba un proceso de negociación. Por eso instamos a iniciar un proceso de negociación multilateral en aquel momento”, manifestó Romeva. Al hilo de esto, insistió en que la oferta de diálogo con el Gobierno central sigue en pie, aunque no haya encontrado interlocutores por el momento. “Para llegar a acuerdos hay que hablar”, reflexionó Romeva, a la vez que subrayó que “la carpeta catalana es un debate incómodo”.
Por otra parte, en relación con la concentración frente a la conselleria de Economía del 20 de septiembre de 2017, durante el registro que estaba efectuando en su interior la Guardia Civil, Romeva afirmó que “las únicas armas que allí había eran las de la Guardia Civil”. A este respecto, remarcó que aquella manifestación no se constituyó en ninguna clase de “alzamiento”.
Romeva también señaló que no se marchó del territorio español “porque estoy convencido de que lo que hemos hecho era lícito, legítimo y legal y no tengo miedo a defender lo que era una responsabilidad y un deber”. Con todo, lamentó que “que quienes tenían que hacer política no la hicieran y pasaran la responsabilidad a los tribunales”. Así, Romeva instó a los magistrados del Supremo a devolver este asunto al campo de la política.
En otro orden de cosas, Romeva se definió como experto en la “cultura de la paz” y explicó que se posicionó a favor de la independencia después de que el Tribunal Constitucional, en una sentencia de 2010, recortara el Estatut de 2006 que ya había sido refrendado por los catalanes.