“Tiene la lengua larga del insulto y las patas muy cortas de la mentira”

El Congreso se volvió ayer un terreno hostil para el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la oposición, encabezada por el líder del PP, Pablo Casado, y el de Ciudadanos, Albert Rivera, en una jornada plagada ya de discursos precampaña electoral para las generales del próximo 28 de abril. Casado y Rivera centraron sus ataques en Sánchez y su gestión de estos meses, mientras el presidente del Gobierno tuvo reproches para todos, incluido su hasta ahora socio preferente, Podemos, por “bloquear” el pacto sobre pensiones.

Casado se mostró convencido de que su partido ganará las elecciones para “recuperar la dignidad de España” y le dio un consejo a Sánchez. “Empaquete el colchón, porque lo sacará de La Moncloa en dos meses”, dijo aludiendo al pasaje del libro de Sánchez en el que admite que su primera decisión al llegar a La Moncloa fue cambiar el colchón de su dormitorio. Añadió que “nadie hizo tanto daño a España nunca en tan poco tiempo”, en referencia a la legislatura de 8 meses del socialista. Casado cree que en este tiempo, el presidente “ha intentado vender España”. Sánchez le reprochó que base su oposición en “el insulto y la mentira”. “Tiene la lengua larga del insulto y las patas muy cortas de la mentira”, dijo Sánchez, y añadió que “ojalá el próximo 28 de abril la mentira y la crispación salgan de la vida política con usted derrotado en las urnas”.

Por otra parte, el líder del PSOE acusó a Rivera de haber entrado en política para “liderar el cambio de chaqueta permanente” mientras que el PSOE a lo que ha venido es a “liderar el cambio” en España. “Usted debe de tener un armario lleno de chaquetas”, dijo y, en referencia a la manifestación en plaza Colón de Madrid liderada por Cs, PP y Vox, añadio que “ese día dejó la chaqueta de supuesto liberal y se puso una chaqueta que huele a naftalina, la de la ultraderecha”.

Por su parte, Rivera pidió a Sánchez que explique antes de ir a las urnas si está dispuesto a negociar con los partidos independentistas en una mesa al margen de las instituciones “con un mediador y con 21 puntos inaceptables para la democracia española”, los que le planteó el presidente de la Generalitat, Quim Torra, en diciembre, y le exigió comprometerse a que “nunca indultará” a los presos soberanistas. Sánchez eludió responder estas cuestiones.