POLÍTICA POLÉMICA
Vox pide los nombres de la gestión de violencia machista
Alega que muchos de ellos no tienen capacidad suficiente para ejercer || El PSOE denuncia una “purga” de la ultraderecha
El líder de Vox en Andalucía, Francisco Serrano.
Vox ha pedido al Parlamento de Andalucía los datos personales de los trabajadores de las Unidades de Violencia de Género que prestan o han prestado servicios entre los años 2012 y 2019.
El líder andaluz de Vox, Francisco Serrano, juez en excedencia, justificó esta demanda con el argumento de que “los jueces dictan sentencias en base a informes de profesionales no cualificados y altamente ideologizados”.
Marín asegura que “en absoluto” peligran las plantillas de las unidades de violencia de género
De estas resoluciones judiciales, indicó en su cuenta de Twitter, “depende la libertad de un acusado o el futuro de niños”, y añadió que “se están violando sentencias de Altos Tribunales que exigen la colegiación”.
El partido de extrema derecha, que cuenta con 12 escaños en el Parlamento andaluz y es partidario de la derogación de la ley contra la violencia de género, ha solicitado al Gobierno andaluz, a través del Parlamento autonómico, los nombres y apellidos de todos los trabajadores de las unidades de Violencia de Género entre los años 2012 y 2019.
La petición de Vox se acoge al artículo 7 del Reglamento de la Cámara andaluza, que obliga al Gobierno andaluz a facilitar la información, aunque respetando la ley de Protección de Datos.
El vicepresidente de la Junta, Juan Marín, del que dependen las políticas en violencia de género, aseguró que esta petición de Vox no hará que su partido se mueva “ni un milímetro” de su posición en esta materia, y subrayó que “la plantilla que lucha contra la violencia de género no peligra en absoluto”.
Tras trascender esa solicitud, la secretaria general del PSOE andaluz, Susana Díaz, confesó su “estupor” y aseguró que le ha “sonado a purga, a persecución y a otros tiempos que pensé que nunca tendría que conocer”.
El sindicato CCOO en Andalucía advirtió que no va a tolerar una “caza de brujas” contra los profesionales que trabajan en las Unidades de Violencia de Género y lamentó que se esté poniendo “en tela de juicio” su profesionalidad.
