PANORAMA
Mas recomendó a Puigdemont que no se saliera de la hoja de ruta
Joan Tardà califica el juicio de “venganza” || Baños y Reguant, sancionados por no contestar a Vox y De Gispert defiende la actuación de Carme Forcadell
El expresident de la Generalitat Artur Mas reveló ayer que no se opuso al referéndum del 1-O pero advirtió a su sucesor, Carles Puigdemont, que lo llevara a cabo “en un marco legal que el Govern pudiera controlar”, por lo que no debía “abandonar la capacidad de convocar elecciones”.
Así lo manifestó Mas en su declaración como testigo en el juicio del “procés”, en que precisó que dio ese consejo a Puigdemont en base a su “experiencia” por la organización de la consulta del 9N, que le ha costado una condena de trece meses de inhabilitación.
A pregunta de la acusación popular ejercida por Vox, Artur Mas detalló que se permitió la “licencia” de dar su opinión sobre la posibilidad de un nuevo referéndum de independencia, en alguna reunión con miembros de su partido y Puigdemont, porque suponía una “alteración de la hoja de ruta” con la que la coalición JxSí se presentó a las elecciones de 2015.
El primer testigo de la jornada fue el diputado de ERC, Joan Tardà, que al entrar en la Sala del Supremo quiso responder a las preguntas de Vox en catalán, siendo advertido por el presidente del tribunal, Manuel Marchena, por esta cuestión y para que no hiciera valoraciones porque “no existe el testigo opinante”, cuando afirmó que el juicio “está inspirado en la venganza”. Tardà definió la concentración ante la conselleria de Economía el 20 de septiembre de 2017, en la que estuvo, de “absolutamente espontánea” y defendió que no hubo violencia. “No era un escenario de tensión, sino de indignación”, subrayó el diputado de ERC, que afirmó que “ni la unidad de España ni la independencia de Catalunya valen una mínima violencia”.
Mientras, el tribunal acordó la imposición de una sanción de 2.500 euros contra los exdiputados de la CUP Antonio Baños y Eulalia Reguant, después de que ambos se negasen a responder a las preguntas que le iba a realizar el abogado de la acusación popular ejercida por Vox, algo obligatorio para los testigos.
Por su parte, también testificó la ex coordinadora general del PDeCAT, Marta Pascal, que explicó que ella era partidaria de convocar elecciones en lugar de declarar la independencia, y que así lo trasladó a Puigdemont.
Mientras, la expresidenta del Parlament Núria de Gispert, que cerró ayer las comparecencia de los testigos, defendió ante el Tribunal Supremo la actuación de Carmen Forcadell al frente de la cámara catalana, y dijo que “absolutamente siempre” su acción se ha adecuado a lo dispuesto en el reglamento.
Admitió que habría actuado como ella, aunque esta respuesta no constará ya que que el presidente del tribunal avisó que no se tendría en cuenta.
De Gispert también afirmó que una mesa de una cámara legislativa es comprobar, en el momento de admisión a trámite de una iniciativa, “si cumple” los aspectos formales, “nunca entró en contenido material”.
La expresidenta del Parlament aseguró también que ni los dictámenes del Consell de Garanties Estatutàries ni los informes de los letrados son vinculantes.