Rajoy sostiene que el 155 era 'más justo' que el estado de excepción

Después de que el martes finalizara el interrogatorio a los doce líderes independentistas que está juzgando el Tribunal Supremo por su supuesta vinculación con el referéndum del 1-O, la octava sesión del juicio, que se celebró ayer, dio inicio al interrogatorio de los 500 testigos propuestos por las partes. Los magistrados acordaron que, en primer término, testifiquen las personas que ostentan o han ostentado responsabilidades políticas, a fin de separar temporalmente su comparecencia de las citas electorales que tendrán lugar en los próximos meses.

Así las cosas, uno de los testigos que se sentaron ayer ante el tribunal fue el expresidente del Gobierno central Mariano Rajoy, que presidía el Ejecutivo en el momento en que tuvo lugar la votación sobre la autodeterminación de Catalunya. A este respecto, subrayó que dejó claro a la Generalitat que “en ningún caso” negociaría un referéndum. “Nunca hubo nada de qué hablar, les dejé claro que no habría ningún referéndum”, remarcó, a la vez que hizo hincapié en que la unidad de España y la soberanía nacional “no se negocian”. Además, a preguntas de la Fiscalía, dijo que “España es lo que quieren los españoles y no una parte de los españoles”, en alusión a los independentistas. Con todo, Rajoy indicó que los acontecimientos que se produjeron en Catalunya en el otoño de 2017 “se veían venir. No había que ser muy avispado para darse cuenta de eso”.

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El expresidente deja caer que la Generalitat pudo “engañar” a Madrid y pagar con dinero público el 1-O

Por otra parte, el expresidente reconoció que “recibió y atendió” a mucha gente antes de aplicar el 155. No obstante, insistió en que “nunca hubo ningún mediador de nada”. Igualmente, aseveró que la opción de intervenir las instituciones catalanas era “más justa” que aplicar un estado de excepción. Asimismo, preguntado sobre el por qué de la diferente respuesta que dio Madrid ante el 1-O en relación con el 9-N, Rajoy explicó que “el 9-N no era una consulta vinculante, mientras que el 1-O sí que lo era, y el 9-N no hubo tampoco ninguna declaración unilateral de independencia”.

Respecto del envío a Catalunya de 6.000 agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil para tratar de frenar un referéndum que, según ayer repitió Rajoy, “no tuvo lugar”, el expresidente se desentendió y recordó que “estas son decisiones que competen a quienes están al frente de los dispositivos”. “Jamás he tomado ninguna decisión sobre un dispositivo policial”, reiteró Rajoy. Al hilo de esto, dijo lamentar “muchísimo” las imágenes que se vieron el 1-O. Sin embargo, culpó al Govern de Carles Puigdemont de provocarlas. “Si no se hubiera llamado a la gente a un referéndum ilegal, no hubiéramos tenido que ver lesiones”, espetó.

En relación con la presunta malversación de caudales públicos de la que se acusa a los miembros del Executiu de Puigdemont sentados en el banquillo de los acusados, Rajoy admitió que la Generalitat pudo engañar sobre los gastos del 1-O. “Una posibilidad es que se hubiera engañado u ocultado algunas partidas, pero esto le corresponde ya a los tribunales”, dejó caer Rajoy a preguntas del abogado y exconseller Francesc Homs, que coordina las defensas de los acusados que forman parte de JxCat. No obstante, subrayó que La Moncloa había puesto en marcha un control de las cuentas de la Generalitat para evitar, precisamente, que fondos públicos acabaran sufragando el referéndum del 1-O.