Urkullu admite en el juicio su mediación

El lehendakari, Iñigo Urkullu, sostuvo ayer en su declaración como testigo en el juicio del procés que ni el expresidente del Gobierno central Mariano Rajoy quería el 155 ni Carles Puigdemont la Declaración Unilateral de Independencia (DUI), aunque las “presiones” externas sobre el Govern para que no convocara elecciones abocaron a ello. Asimismo, insistió en sus labores de “intermediación” entre los gobiernos catalán y central. La declaración del presidente vasco llegó un día después de la de Rajoy, quien afirmó que no hubo “ninguna mediación de nada” entre su ejecutivo y el catalán, y se resistió a afirmar que Urkullu medió entre ambos.

Urkullu afirmó que su labor fue de “enlace” y que expresó al expresidente del Gobierno central que la situación en Catalunya “se nos estaba yendo de las manos”. Asimismo, describió la actitud de Rajoy como receptiva, pero “renuente” a dar pasos que se saltasen la Constitución. Sobre Puigdemont, el lehendakari afirmó que este fue reticente a hacer una declaración de independencia, según la charla que mantuvieron la madrugada del 25 al 26 de octubre de 2017 y que incluso pretendía convocar elecciones, pero a la mañana siguiente se desdijo debido a la “presión” recibida desde el seno de Junts pel Sí y las manifestaciones de la calle. Asimismo, insistió en que su compromiso con Puigdemont no garantizaba la no aplicación del 155 sobre Catalunya, pues Rajoy no le había dado una respuesta “taxativa” sobre ello.

Al acabar su comparecencia, Urkullu saludó con la mano a todos los presos soberanistas, exceptuando al exconseller Santi Vila, a quien le estrechó la mano. Ambos hablaron por teléfono en octubre de 2017 y Vila le afirmó que el entonces ministro de Justicia, Rafael Catalá, le había sugerido que mediase para evitar la DUI.